Argentina necesita de la solidaridad del mundo

Elaborado por: Lois Pérez Leira.

8 jul (AHN) En tiempos oscuros, la voz de los pueblos se vuelve más urgente, más necesaria. Hoy, esa voz nos convoca a mirar hacia el sur, hacia la Argentina, un país que durante décadas supo levantar con orgullo la bandera de los derechos humanos, la democracia y la solidaridad internacional. Hoy, sin embargo, es Argentina quien clama por la solidaridad del mundo.

Desde la asunción de Javier Milei al gobierno, Argentina ha ingresado en una etapa de retroceso institucional y social alarmante. Su discurso de odio, su desprecio por las conquistas sociales y su voluntad explícita de destruir el Estado como garante de derechos, no son meras ideas excéntricas. Se están materializando en políticas represivas, en censura, en criminalización de la protesta, en persecución ideológica y en una peligrosa concentración del poder.

Lo que estamos presenciando es el avance de un proyecto autoritario con claros tintes neofascistas. Bajo el pretexto de una “libertad” mal entendida, se están vulnerando derechos básicos, reprimiendo trabajadores, encarcelando militantes sociales y políticos, y promoviendo el odio como herramienta de gobierno. La prisión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y de otras personas que han alzado la voz para defender la justicia social y la soberanía popular, es una señal gravísima que no puede pasar desapercibida.

Argentina, que fue ejemplo en el juicio a las juntas militares, que recibió a exiliados y se pronunció a favor de las causas más nobles del mundo, hoy es víctima de una deriva autoritaria que pone en peligro su democracia. No se trata de un gobierno impopular: se trata de un régimen en formación que desprecia el consenso democrático y amenaza con arrasar todo lo que se construyó desde el regreso de la democracia en 1983.

Por eso, hacemos un llamado a la comunidad internacional: a los pueblos, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, artistas, intelectuales, sindicatos, universidades, gobiernos progresistas y a toda conciencia sensible del mundo. La Argentina necesita de ustedes. Necesita que se denuncie lo que está ocurriendo, que se exija la liberación de los presos y presas políticas, que se presione para frenar este rumbo represivo, que se escuche el grito de millones que están siendo silenciados.

La indiferencia es complicidad. Y la historia será implacable con quienes hoy miren hacia otro lado.

No dejemos sola a la Argentina. Su pueblo, que tantas veces tendió la mano al mundo, hoy necesita que el mundo la abrace.

Porque cuando una democracia cae, todas tambalean.

La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.

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Argentina necesita de la solidaridad del mundo.

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