La Fuga de los Conspiradores Golpistas: Romeo Vásquez y Roberto Micheletti

Elaborado por: Ruy Diaz Diaz (maestro)

Tegucigalpa, 22 abr (AHN) La historia de Honduras ha estado marcada por ciclos de inestabilidad política, donde los golpes de Estado, las intervenciones militares y la consolidación de élites políticas, ligadas a oligarquías criollas, han impedido el desarrollo del país.

Desde el siglo XX, Honduras ha sido escenario de recurrentes rupturas del orden constitucional, siendo el Golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en 2009, uno de los episodios más representativos de esta realidad. Sin embargo, este no fue un hecho aislado, sino parte de una tradición histórica, en la que los grupos de poder (nacionales e internacionales) han actuado como árbitros de la política nacional, a fin de preservar sus intereses económicos.

Dos figuras centrales de este fenómeno, en la actualidad, son el general Romeo Vásquez Velásquez, quien como jefe del Estado Mayor Conjunto lideró la operación militar que secuestró y expulsó de Honduras a Zelaya Rosales y Roberto Micheletti, entonces presidente del Congreso Nacional, y principal operador político en la conspiración del golpe, con el que se autoproclamó presidente de facto.

Aunque sus roles fueron distintos (uno represivo desde el poder castrense y otro de latrocinio de las arcas públicas desde la impuesta institucionalidad civil) ambos representan la alianza entre militares y políticos que se pusieron a la orden de los diez (10) “familiones” (que controlan la economía del país) que vieron en peligro sus intereses, producto de las políticas progresistas, emprendidas durante el gobierno de Zelaya Rosales. Esa misma oligarquía hoy les protege, les resguarda y les esconde de la justicia hondureña.

Entonces, no solo se trata de la ejecución del golpe de Estado, sino de la sistemática evasión de la justicia por parte de sus responsables. A la fecha, tanto Vásquez como Micheletti han logrado eludir el castigo por sus acciones, mismas que configuran el delito de traición a la patria, relacionado con los hechos del 28 Junio de 2009 y continúan promoviendo un nuevo golpe de Estado, esta vez contra la presidenta Xiomara Castro.

En este último sentido, la Ministra de Defensa de Honduras, Rixi Moncada, afirmó que Vásquez Velásquez “es un criminal y debe ser apresado”, mientras que Micheletti, enfrenta señalamientos públicos, que lo llevaron a optar por un exilio voluntario.

Las fugas de Romeo Vásquez y Roberto Micheletti son ejemplos de la impunidad que rodea a los crímenes políticos, auspiciados por la oligarquía hondureña en alianza con la derecha internacional, en Honduras.

De esta manera, a pesar de la llegada de Xiomara Castro al Poder Ejecutivo de Honduras, que promueve el socialismo democrático, las estructuras de poder, que planificaron y ejecutaron el golpe de Estado de 2009, siguen intactas. La justicia hondureña no ha logrado llevar ante los tribunales a los responsables y mientras estos actores sigan pululando sin castigo, el peligro de que nuevamente se conviertan en los arlequines de la oligarquía criolla y la derecha internacional en la conducción de un nuevo Golpe de Estado sigue latente y pende, como Espada de Damocles sobre el pueblo hondureño.

La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.

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