Tegucigalpa, 16 jun (AHN) El ejercito de Israel reforzó su presencia militar en Jerusalén y Cisjordania con redadas, demoliciones y cierres de calles que agudizaron la tensión, generando enfrentamientos con palestinos en múltiples zonas bajo ocupación.
Dichas redadas se extendieron también a Al-Issawiya y Jabal Mukaber, intensificando la represión mediante gases lacrimógenos y despliegues armados.
Las fuerzas sionistas arrojaron granadas de gas lacrimógeno durante un operativo en el vecindario de Wadi al-Joz, en Jerusalén , provocando enfrentamientos con jóvenes palestinos.
Por otra parte, también la policía israelí por tercer día consecutivo, mantiene cerrada la Mezquita Al-Aqsa, impidiendo el ingreso de fieles musulmanes y provocando indignación entre la población local.
En Cisjordania, colonos israelíes incendiaron tierras agrícolas en la comunidad de Turmus Ayya, cerca de Ramalla, donde también se reportaron ataques a viviendas y comercios palestinos en Huwara, al sur de Nablus.
Mientras tanto, en el campo de refugiados de Yenín, excavadoras militares israelíes continuaron con demoliciones sin previo aviso, dejando a varias familias sin hogar.
En ese sentido diversos organismos de derechos humanos denunciaron un patrón sistemático de desplazamientos forzados y apropiación de tierras palestinas, en medio de una escalada de violencia que se intensifica con respaldo militar.
HBD
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