Ministerio Público investiga audio de expresidente que pretende boicotear elecciones en Honduras
Tegucigalpa, 4 dic (AHN) Tras ser indultado por el gobernante estadounidense Donald Trump, el expresidente y narcotraficante de Honduras, Juan Orlando Hernández goza hoy de libertad, luego de cuatro años en prisión por inundar de cocaína a Estados Unidos y se revive el peor capítulo de narcoestado en el país.
Su liberación, producto del perdón total e incondicional de Trump, reabrió profundas heridas en Honduras y envió una señal desoladora de impunidad, según analistas, luego de haber sido juzgado y sentenciado por narcotráfico en una de las causas más contundentes registradas contra un exmandatario latinoamericano.
La decisión ocurre en un contexto político de total injerencia, el fraude con los 26 audios se está cumpliendo, este día el Consejo Nacional Electoral (CNE), repentinamente con “votos rurales” ponen al frente de la presidencia al candidato derechista por el Partido Nacional, Nasry Asfura como parte de la presión ejercida por Trump y el círculo ligado a Hernández, con la intención de reinstalar un “narcoestado”.
De acuerdo con el subsecretario de Política Exterior, Gerardo Torres, “el exconvicto que Trump quiere imponer no es Papi; él solo es la mampara”, es decir que JOH como popularmente se conoce juzgado por drogas estaría operando con la figura de Asfura Zablah.
La primera imagen de Hernández en libertad comenzó a circular este jueves, mostrándolo de espaldas, con barba totalmente blanca, lentes y camisa negra, mientras realizaba una videollamada con sus hijas menores.
El reciente escándalo de los audios atribuidos a la consejera electoral Cossette López reforzó esa tesis, debido a que describen un presunto esquema para manipular la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), frenar distribución de maletas electorales e incidir en sectores del Ejército para una ruptura institucional.
El indulto también se produce en medio de la ofensiva antinarcóticos de Trump, que en los últimos meses ha derivado en ataques marítimos letales contra embarcaciones sospechosas en el Caribe, acción considera como “doble moral”.
Según Washington, son actos lícitos de guerra contra cárteles; para críticos, son acciones que rozan violaciones al derecho internacional y forman parte de una presión geopolítica contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
La decisión de Trump generó fuertes críticas porque se señalan que su indulto debilita la lucha contra el crimen organizado y drogas.
Expediente criminal del exmandatario
El exmandatario orquesto una campaña contra defensores de derechos humanos, ambientalistas, abogados, con la población, sindicatos por rechazar sus acciones durante su mandato 2014-2022 incluso responsable de asesinar a fiscales.
Por si fuera poco, utilizó los recursos de Estados para traficar estupefacientes, para hurtar, corromper el orden constitucional, usó a la Policía Nacional y Fuerzas Armadas al servicio de resguardar toneladas de cocaína, convertir a Honduras en un Narco Estado junto a todos sus cómplices, su familia, gabinete, diplomáticos entre otros.
Hernández inició como congresista, luego presidente del Congreso Nacional y finalmente gobernó Honduras durante dos mandatos, incluso una reelección ilegal, razón por la que, fiscales estadounidenses demostraron que se coludió con narcotraficantes para contrabandear más de 500 toneladas de cocaína, recibiendo millones en sobornos.
Su caída comenzó en 2016 cuando su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, se convirtió en objetivo de una investigación antinarcóticos.
Tras ser arrestado en 2018, Tony reveló pruebas contra JOH y conectó a la familia con redes criminales, para 2024, fue declarado culpable de tráfico de drogas y conspiración con armas, y sentenciado a 45 años de prisión, pena que aparecía vigente hasta 2060, antes del indulto.
Testimonios y sobornos millonarios
En el juicio federal en Nueva York se presentaron testimonios que describieron sobornos, armas personalizadas, bolsas de dinero y una amplia red estatal de protección.

Alexander “Chande” Ardón, capo y exalcalde de El Paraíso, aseguró haber financiado campañas del Partido Nacional a cambio de protección militar y policial para los cargamentos de cocaína, aunque los tratos con la familia Hernández se remontan a finales de los años 2000.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder de “Los Cachiros”, declaró que pagó 250,000 dólares, equivalentes a 6,582,500 lempiras, al cartel de los Hernández para asegurar protección oficial; Tony fungía como intermediario habitual, conectando a los criminales con altos funcionarios.
Los fiscales mostraron incluso una ametralladora con el nombre de Hernández grabado en ella, y documentos revelaron que Joaquín “El Chapo” Guzmán entregó un soborno de 1,000,000 de dólares —26,340,000 lempiras— a favor de JOH.
También se detallaron sobornos de 50,000 y 100,000 dólares —1,316,500 y 2,633,000 lempiras— utilizados de forma rutinaria en la red criminal.
Rivera Maradiaga declaró que entregó otros 250,000 dólares —6,582,500 lempiras— a la hermana del exmandatario, Hilda Hernández, a cambio de protección. Otro traficante confirmó haber pagado la misma suma personalmente.
Pese a la contundencia del caso, el perdón otorgado por Trump desata nuevamente indignación, temor y la percepción que se intenta reinstalar estructuras criminales que durante años tuvieron el control del aparato estatal hondureño.
EES
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