Tegucigalpa, 13 jun (AHN) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una ola de protestas a nivel nacional tras ordenar el despliegue militar en Los Ángeles.
Las protestas se extendieron una semana después de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas realizaran operativos masivos en vecindarios con alta presencia migrante en Los Ángeles.
Tras las manifestaciones, Trump ordenó movilizar a más de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, aunque el gobernador de California, Gavin Newsom, no solicitó ayuda federal.
Las acciones en contra de las detenciones de los migrantes comenzaron el pasado viernes y continuaron durante todo el fin de semana, con enfrentamientos entre protestantes y fuerzas del orden.
El jueves una corte federal de apelaciones suspendió un fallo que exigía devolver el control de la Guardia Nacional al estado de California.
Asimismo, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito dejó en pausa el veredicto del juez Charles Breyer “en espera de una nueva orden”, y fijó audiencia para el martes 17 de junio.
Breyer argumentó que Trump excedió su autoridad legal y violó la Décima Enmienda de la Constitución, en su fallo de 36 páginas, ordenó devolver de inmediato el control de la Guardia Nacional al gobernador californiano.
En un memorando del 7 de junio, Trump calificó las protestas como “una forma de rebelión contra Estados Unidos”, lo que utilizó para justificar la aplicación del Título 10 y federalizar las fuerzas estatales.
Días después calificó las manifestaciones como “una invasión extranjera” y describió a Los Ángeles como “un basurero bajo control de bandas”.
Desde ese momento, las marchas se han multiplicado en ciudades como Austin, Dallas, Atlanta, Boston, Nueva York, Chicago y Washington D.C, en respuesta, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó toque de queda, mientras que la policía reportó más de 400 arrestos desde el sábado.
HBD
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