Tegucigalpa, 16 may (AHN) El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió hoy que la inseguridad alimentaria y la malnutrición infantil aumentaron por sexto año consecutivo en 2024, afectando a millones de personas de las regiones más vulnerables del mundo.
Según el Informe mundial sobre crisis alimentarias (GRFC), los conflictos, las crisis económicas, los fenómenos climáticos extremos y los desplazamientos forzados impulsaron la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todo el mundo, con consecuencias catastróficas en muchas zonas ya frágiles.
El informe revela que, en 2024, más de 295 millones de personas en 53 países y territorios experimentaron niveles agudos de hambre, lo que representa un aumento de 13,7 millones con respecto a 2023.
Asimismo, subraya que “el número de personas que enfrentan hambre catastrófica (Fase 5 de la CIF/CH) aumentó más del doble durante el mismo periodo hasta llegar a 1,9 millones, el nivel más alto registrado desde que el GRFC comenzó a realizar el seguimiento en 2016”.
Además, enfatiza que la desnutrición, especialmente entre los niños, alcanzó niveles extremadamente altos, incluso en la Franja de Gaza, Malí, Sudán y Yemen.
El documento también afirma que “casi 38 millones de niños menores de cinco años sufrieron desnutrición aguda en 26 crisis nutricionales”.
Asimismo, destacan un marcado aumento del hambre impulsado por el desplazamiento forzado, con casi 95 millones de personas desplazadas por la fuerza —incluidos desplazados internos, solicitantes de asilo y refugiados—.
Por otro lado, reafirma que los conflictos siguieron siendo la principal causa de inseguridad alimentaria aguda, afectando a unos 140 millones de personas en 20 países y territorios.
“Este Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias es otra denuncia categórica de un mundo peligrosamente desviado del rumbo”, declaró el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
BRP
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