Avanza cooperación entre Honduras y UE por comercio sin deforestación
Tegucigalpa, 7 de febrero (AHN) El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, concluyó su gira por Centroamérica tras seis días de reuniones que dieron lugar a diversos acuerdos, generando tensiones, protestas y contradicciones en la región.
La gira de Marco Rubio inició en Panamá, pocos días después de que el presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazara de manera integral las palabras esbozadas por el mandatario, Donald Trump, relativas a Panamá y su Canal, según un comunicado del 20 de enero.
Tras la visita de Rubio, Mulino anunció la no renovación del memorándum contraído con China, un acuerdo que establecía relaciones entre ambos países.
El pasado 5 de febrero Rubio se trasladó a Guatemala, donde el presidente Bernardo Arévalo emitió un comunicado que anunció un incremento del 40 por ciento del número de vuelos con personas deportadas, tanto de retornados connacionales como de otras nacionalidades.
Además de la creación de la Fuerza de Tarea de Control y Protección Fronterizo con la intención de reforzar la vigilancia en los más de 300 kilómetros fronterizos con Honduras y El Salvador.
En Costa Rica, Marco Rubio expresó su satisfacción con el gobierno local. Durante su discurso del 4 de febrero, destacó la importancia de protegerse de “compañías que representen una amenaza a la seguridad nacional, a la seguridad económica, pero enfrentarse a compañías como esas trae consecuencias. Trae chantajes, trae la amenaza, trae actividades para tratar de intervenir y filtrar los organismos de un gobierno”.
Aunque no mencionó explícitamente a China, sus palabras parecían dirigirse a empresas tecnológicas, como Huawei, cuya inversión en el país fue bloqueada por el gobierno costarricense en noviembre de 2023.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele ofreció a los Estados Unidos la posibilidad de subcontratar parte de su sistema penitenciario, y que están dispuestos a recibir únicamente a criminales judicializados (incluyendo ciudadanos estadounidenses condenados) en la mega prisión (CECOT), a cambio de una tarifa por persona.
La decisión del presidente Bukele abre más dudas sobre el sistema penal de Estados Unidos, ya que el país del norte alberga una población aproximada de 1,8 millones de personas encarceladas y acumula un gasto anual de aproximadamente 80,7 mil millones de dólares en prisiones y cárceles públicas, también un 3,9 millones de dólares en prisiones y cárceles privadas.
Días después, el presidente de Panamá hizo un llamado de atención al Departamento de Estado de los Estados Unidos, luego de que este manifestara que los buques de guerra de ese país no pagarán peaje en el Canal de Panamá, por lo que Mulino comunicó su disposición de “establecer un diálogo con los funcionarios pertinentes de los EE. UU. respecto al tránsito de buques de guerra de dicha nación” y que no toleraría mentiras sobre los acuerdos sostenidos.
En resumen, la visita de Marco Rubio a Centroamérica dejó en evidencia las intenciones de Estados Unidos de intensificar su presencia en la región.
Esto se refleja en la militarización de las fronteras, la extensión de su sistema carcelario y la externalización de costos, mientras los países centroamericanos asumen los gastos de estos programas a cambio de mantener beneficios como el Estatus de Protección Temporal (TPS).
EJG
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