Rixi Moncada honra a Lempira y denuncia nueva colonización en Honduras
Elaborado por: Lois Perez Leira
Tegucigalpa,12 jul (AHN) En las próximas elecciones hondureñas, todo apunta a una victoria clara y contundente de Rixi Moncada. No se trata de un acto de fe, sino de una lectura objetiva del escenario político actual y de las cualidades personales y políticas que la convierten en la opción más sólida y coherente para gobernar Honduras. Rixi no solo representa un proyecto de nación, sino también una historia de lucha, de coherencia ética y de profundo compromiso con el pueblo.
Un programa para seguir desarrollando el país
A diferencia de sus contendientes, Rixi Moncada presenta un programa de gobierno claro, progresista y centrado en el desarrollo sostenible, la justicia social y la consolidación de la democracia participativa. Su visión está cimentada en el socialismo democrático, que busca generar crecimiento con equidad, profundizar las reformas iniciadas por el gobierno de Xiomara Castro y garantizar derechos fundamentales como la salud, la educación y el trabajo digno.
La candidata más capaz y con experiencia comprobada
Rixi ha demostrado, con hechos, su capacidad técnica y política. Su papel como presidenta del Consejo Nacional Electoral fue clave para garantizar procesos más transparentes en un país históricamente golpeado por el fraude. Además, ha desempeñado cargos públicos de alta responsabilidad con una conducta intachable. No es una improvisada ni una figura mediática: es una mujer preparada, firme y profundamente comprometida con la transformación de Honduras.
Aliada histórica de Manuel Zelaya y pieza clave del proyecto Libre
Moncada no solo es una figura técnica y política respetada: es también una de las más cercanas colaboradoras del expresidente Manuel Zelaya, líder indiscutible del Partido Libre. Su alianza con Mel es estratégica, política y profundamente ideológica. Desde el golpe de Estado en 2009, Rixi ha sido una de las voces más firmes en defensa de la democracia, y ha acompañado a Zelaya en la construcción de un movimiento que desafió al bipartidismo tradicional. Su candidatura representa, así, una continuidad del liderazgo de Libre con visión renovadora y femenina.
Un símbolo de la Resistencia
Rixi Moncada es también un símbolo de la Resistencia contra el golpe de Estado. Fue una de las primeras en denunciar la ruptura del orden constitucional y desde entonces ha sido coherente en su lucha por restablecer la soberanía popular. En tiempos donde la memoria es clave, su historia de resistencia le da legitimidad ante un pueblo que no olvida.
Honradez y conducta intachable
En un país donde la corrupción ha sido una constante en la clase política tradicional, la trayectoria ética de Rixi Moncada brilla con fuerza propia. Su vida pública ha estado marcada por la transparencia, la austeridad y el respeto a la legalidad. Nunca ha sido vinculada a escándalos. En ella, el pueblo ve a una lideresa confiable, que no se vende ni se doblega.
La bandera del socialismo democrático
Rixi representa no solo al Partido Libre, sino a un proyecto de izquierda democrática que ha demostrado ser viable. El gobierno de Xiomara Castro abrió el camino hacia un nuevo modelo de gestión estatal y de relación con el pueblo. Moncada es la garantía de continuidad de ese proceso. No representa el pasado, sino el futuro.
La derrota inevitable de los partidos del sistema
Mientras Rixi crece en apoyo popular, los partidos tradicionales languidecen. Su discurso es el mismo de siempre, sus figuras son las de siempre: rostros asociados a la corrupción, el entreguismo y el golpe de Estado. No tienen propuestas reales, solo eslóganes vacíos. Y lo más importante: el pueblo no olvida. Honduras ya vivió bajo su yugo, y no quiere regresar al pasado.
Una candidata con respaldo popular
En las elecciones internas, Rixi Moncada fue la más votada. Su candidatura emergió desde las bases, no desde las cúpulas. Además, encabeza la lista número dos: un símbolo de continuidad y renovación. Su eventual llegada a la presidencia marcará un hito histórico: será la segunda mujer en ocupar el cargo de forma consecutiva, algo inédito en la historia de Honduras.
Rixi Moncada ganará las elecciones no solo porque sus rivales están desgastados y deslegitimados, sino porque ella encarna la esperanza de un pueblo que ha luchado y sigue luchando. Su victoria será la victoria de la memoria, la dignidad y la resistencia. Honduras no puede permitirse retroceder. El futuro tiene nombre y apellido: Rixi Moncada.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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