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Tegucigalpa, 23 ago (AHN) El coordinador del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Manuel Zelaya, respondió hoy con firmeza a los ataques del alcalde de San Pedro Sula -zona norte- y candidato del Partido Liberal, contra la precandidata presidencial la abogada Rixi Moncada.
“Nadie puede matar la inteligencia y la fuerza de Rixi Moncada, mucho menos la esperanza del pueblo hondureño, que de manera masiva y consciente le dará su voto en las urnas”, declaró Zelaya en sus redes sociales.
Estas afinaciones se dan en el contexto que durante un mitin político reciente, el alcalde de San Pedro Sula escenificó una representación simbólica de la “muerte” de Moncada, utilizando un ataúd y una fotografía de la precandidata, en un acto que ha sido ampliamente condenado por diversos sectores sociales y políticos.
En ese sentido el expresidente Zelaya también calificó de inaceptable la forma en que se ha intentado desacreditar a Moncada.
“Sólo una mente perversa y corrupta puede recurrir a la maldad, y a una campaña sucia”, denunció, acusando directamente a sectores conservadores de promover un discurso de odio y desprestigio contra una mujer con amplia trayectoria pública.
“Venceremos”, concluyó el líder de Libre, en un mensaje directo a sus bases y al electorado que apoya la candidatura de Moncada.
Según analistas, dicha acción fue interpretada como un claro llamado a la violencia política y simbólica contra una mujer, cargado de misoginia e intencionalidad política, que rebasa los límites de la confrontación democrática y entra en el terreno del odio personal y de género.
Ante estos hechos, el subsecretario de Política Exterior de Honduras, Gerardo Torres, también se pronunció con dureza ante los ataques del alcalde de San Pedro Sula.
“Lamentable sujeto. Cobarde y demente. Pollo imbécil. A lo que llegó el Partido Liberal”, expresó, criticando el bajo nivel del discurso político promovido por figuras de oposición.
Torres además cuestionó la doble moral de quienes acusan al partido oficialista de ser violento, pero promueven actos de agresión simbólica.
“Después dicen que los violentos somos nosotros y nadie les aguanta las lloretas que les agarran. Pero no ven lo que promueven, no se dan cuenta del mal que le hacen a Honduras”, concluyó.
JAS
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