• septiembre 13, 2025

Víctor Jara: Yo no canto por cantar

Elaborado por: Daniel Alberto Madriz

13 sep (AHN) El 27 de junio de 2016, una corte federal de Orlando, Estados Unidos, encontró al ex teniente chileno Pedro Pablo Barrientos Núñez, residente en ese país del norte, como responsable del asesinato del cantautor chileno Víctor Jara, asesinado el 16 de septiembre de1973, durante el golpe militar adelantado por el general Augusto Pinochet, contra el presidente Salvador Allende.

Aseveran testigos que compartieron la detención con Víctor Jara, durante los días de atropellos y permanencia en las gradas del otrora espacio deportivo, hoy denominado Estadio Víctor Jara, que lo ubicaron y se lo llevaron a pesar que tenía la cabeza ensangrentada por golpes que le habían propinado desde su llegada el 12 de septiembre de 1973, tenía hematomas en su cuerpo y estaba muy debilitado por estar varios días sin comer.

A patadas y empujones se lo llevaron a los camerinos del estadio, espacio usado como recinto de interrogatorios, de torturas y de ejecuciones extrajudiciales por parte del ejército golpista, siendo ese el último día que vieron con vida al compañero Víctor Jara.

43 años después, durante el juicio contra el ex teniente Pedro Pablo Barrientos Núñez, en Orlando, EE.UU. el ex militar se encontraba taciturno y cabizbajo sentado en el banquillo de los acusados del tribunal federal de Florida, que lo investigaba por su participación en el asesinato del cultor popular, al momento que la  viuda de Jara, mirando cara a cara al asesino de su esposo, lo señaló como el principal actor de la muerte del emblemático cantante chileno, presentando incontrovertibles testimonios y pruebas contra el ex oficial del gobierno dictatorial de Augusto Pinochet, convirtiéndose así, en uno de los testigos clave en el juicio que condenaría al ex teniente Barrientos Núñez.

Al iniciarse el juicio, la viuda de Jara, contaba con 88 años de edad, y con voz tenue comenzó su decisiva intervención diciendo: “mi nombre es Joan Jara, viuda del cantor Víctor Jara”, produciendo en los asistentes de la sala, un gran respeto y admiración, por su perseverancia y coraje para lograr se hiciera justicia, aun cuando habían transcurrido más de cuatros décadas del asesinato del famoso músico latinoamericano.

Joan, reconstruyó los eventos que llevaron al asesinato de su esposo, aclarando hechos y aportando importantísimos detalles y pormenores de las últimas horas de vida de su esposo, quien fue salvajemente torturado primero y asesinado después a “quemarropa”.

Esos valiosos elementos probatorios fueron de gran utilidad para sus abogados quienes lograron contactar y recopilar grabaciones y videos de testigos presenciales que permanecieron con Jara, hasta que fue separado del resto de los detenidos, declaraciones que se sumaron a otros testimonios aportados por un soldado recluta que presenció el momento cuando el cantor popular, fue asesinado por el ex teniente Barrientos.

Víctor Jara, había sido golpeado desde el día 12 de septiembre cuando fue capturado y luego trasladado al Estadio Chile, con otros 5 mil detenidos. Apenas llegado al estadio fue descubierto por los militares, y desde ese primer día lo comenzaron a golpear. Jara siendo una figura pública y emblemática del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, al ser reconocido lo convirtieron en blanco de golpiza y maltratos violentos.

El 15 de septiembre fue separado del resto de sus compañeros, y llevado a un lugar aislado, allí lo sometieron a nuevas golpizas, le fracturaron las muñecas y dedos de las manos y en un momento de furia, porque Jara mantenía su entereza y dignidad, el ex teniente Pablo Barrientos Núñez, desenfundó una pistola haciéndole un disparo directo a la cabeza.

Jara al recibir la detonación cayó de la silla dónde permanecía sentado, hacia un costado, y estando sin signos vitales, Barrientos obligó al resto de los militares y demás oficiales subalternos presentes, para que disparan también al cuerpo que yacía en el piso para comprometer al resto de los militares presentes que vieron la ejecución del crimen.

Luego sacaron el cuerpo y lo arrojaron a las afueras de estadio con otros cadáveres hasta el otro día, cuando un camión de basura, recogió los cadáveres y se los llevó para al fin dejarlos tirados a un costado del Cementerio Metropolitano. El médico responsable de las autopsias lo reconoció y llamó a la esposa de Jara, la cual se presentó en el cementerio, lograron recogerlo y con cautela lo depositaron en un nicho sin identificar la parte externa de la bóveda, para proteger el cadáver de algún futuro vandalismo militar.

Décadas después el cadáver de Víctor Jara, fue exhumado y más tarde le fue realizado un merecido entierro, acompañado por el pueblo chileno, hasta su actual sepultura. La esposa de Víctor, Joan Jara, murió a los 96 años en el 2023. Por el homicidio del cantautor, han procesado a once ex militares, quienes participaron en su tortura y muerte.

Pedro Pablo Barrientos Núñez, el principal acusado, está actualmente preso en Chile, luego de ser extraditado desde Estados Unidos en diciembre de 2023, para enfrentar la justicia chilena por su participación en el asesinato del afamado cantor latinoamericano. La detención de Barrientos, así como de otros 11 oficiales militares de la dictadura de Pinochet y su juzgamiento en Chile, marca un hito importante en el proceso judicial contra los responsables del asesinato de Víctor Jara, ocurrido en el Estadio Chile.                  

Al momento que Joan Jara, pudo ver y reconocer a su difunto esposo y reclamar el cuerpo ubicado en el depósito de cadáveres del cementerio, constató que había recibido 44 disparos por todo el cuerpo y sufrido unas 56 fracturas, entre ellas dos en las manos. Desde ese instante, la viuda de Víctor Jara, juró que pasaría el resto de su vida buscando hacer justicia para su marido y los miles de personas asesinadas y desaparecidas por el régimen de Augusto Pinochet.

Víctor Jara, como se ha narrado fue detenido el 12 de septiembre de 1973 en la Universidad Técnica del Estado, donde acudía regularmente como docente de teatro y otras asignaturas culturales que impartía. El día 11 de septiembre Salvador Allende, debía asistir a una concentración en esa Universidad, por la delicada situación que venía sucediéndose desde días atrás, cita que el compañero Salvador Allende, no asistió por estar enfrentando el vil golpe de ejército golpista auspiciado y organizado por la CIA.

Víctor Jara, por su popularidad como cantautor, dramaturgo y activista político, se convirtió en una de las víctimas más reconocibles de la dictadura pinochetista. Su gran aporte a la cultura y música latinoamericana quedó grabado en numerosos discos de acetato, videos y presentaciones en vivo, que realizó por todo el continente.

La discografía de Víctor Jara, incluye álbumes como: El Derecho de Vivir en Paz (1971); Manifiesto (1973); y Canto Libre (1970); además de recopilaciones como: Lo Mejor de Víctor Jara y Grandes Éxitos. También se encuentran discos acompañado por el conjunto Cuncumén, siendo uno de ellos: El Folklore de Chile Vol. V; Folklore por el Conjunto Cuncumén.

Sus álbumes principales fueron: Víctor Jara (1966) su primer larga duración solista editado por el sello Arena. Álbumes importantes en su carrera fueron: “Plegaria a un Labrador”, y El Derecho de Vivir en Paz (1971). Otro disco emblemático, que incluye el tema homónimo fue: Manifiesto (1973), siendo su último álbum grabado en vida.

Recopilaciones y ediciones póstumas fueron: Deja la Vida Volar (1993). Su álbum recopilatorio fue: Te Recuerdo Amanda (1974) que contiene una versión remasterizada de su conocida canción “Te recuerdo Amanda”. Otros trabajos compartidos con agrupaciones, fue el grabado con el grupo Quilapayún: (1967). Su álbum único fue: La Población, grabado en directo en México en (1971), y “Pongo en Tus Manos Abiertas”: (2003), álbum que incluye la famosa canción homónima. Discos sencillos: La cocinerita 1965 / El cigarrito 1966 / La beata / Paloma quiero contarte 1967 / Ja Jai /; y La flor que anda de mano en mano 1967.

La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.

PUEDES LEER: La voz ausente: el voto de los hondureños en el exterior

Anterior

Aprobación de reglamento electoral desmonta narrativa de fraude en Honduras, afirma analista

Siguiente

Salvador Allende 11 de septiembre de 1973                               

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Populares