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Elaborado por: Lois Pérez Leira
5 oct (AHN) La reciente declaración emitida por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) el 4 de octubre de 2025, en respuesta a la postura de Hamás sobre la propuesta de alto el fuego patrocinada por Estados Unidos, ofrece una perspectiva crucial y matizada dentro del panorama político palestino. Más allá de un simple respaldo a Hamás, el comunicado del FPLP es un llamado estratégico a la unidad nacional palestina, una denuncia de la obstrucción israelí y una interpelación directa a la administración estadounidense.
El Pilar de la Responsabilidad y la Apertura
El FPLP califica la respuesta de Hamás como “patriótica y responsable” y como un paso que “abre el camino para poner fin a la agresión”. Este respaldo de una facción clave como el FPLP, que históricamente ha mantenido una ideología laica y de izquierda distinta a la de Hamás, subraya un consenso que podría ser vital en un momento de crisis. Al centrar la atención en la necesidad de que Israel se comprometa a detener la agresión, implementar el acuerdo y a una retirada completa, el FPLP desplaza la presión hacia la parte israelí.
La visión de un alto el fuego integral y una retirada completa que rompa el bloqueo es una meta compartida por la resistencia palestina y se presenta como la única base para avanzar hacia una “vía política palestina con rasgos claros” que proteja sus derechos. Esta es una clara señal de que cualquier acuerdo de paz o cese de hostilidades debe ir más allá de una tregua temporal y abordar las causas fundamentales del conflicto.
La Acusación Directa a Washington
Uno de los puntos más contundentes del comunicado es la denuncia a la administración estadounidense. Al hacer a Washington responsable de cualquier violación o intento de obstrucción por parte de Benjamin Netanyahu, el FPLP aplica una presión diplomática significativa. La lógica es clara: el “silencio o la indulgencia” de Estados Unidos equivale a una “cobertura y un estímulo” para las acciones del gobierno israelí.
Esta crítica refleja la percepción generalizada entre muchas facciones palestinas de que la posición de Estados Unidos como mediador es profundamente parcial. Al responsabilizar directamente a Washington por la conducta de su aliado, el FPLP no solo busca la justicia, sino también forzar a la administración estadounidense a utilizar su influencia para asegurar el cumplimiento del acuerdo.
El Imperativo de la Unidad Nacional
El FPLP insiste en que las cuestiones políticas y nacionales deben ser decididas por la totalidad del pueblo nacional palestino a través de una “decisión nacional unificada”. Este llamado a la reorganización de la “casa palestina” y a la convocatoria de una “reunión nacional palestina urgente” es fundamental.
La historia del conflicto palestino ha estado marcada por las divisiones políticas, especialmente la dicotomía entre Gaza y Cisjordania, y las distintas aproximaciones a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y a los grupos de la resistencia. El FPLP utiliza esta oportunidad de cese al fuego para evitar la “separación de Gaza” y la “toma unilateral de decisiones sobre Cisjordania”. Aboga por la formación de una “administración palestina exclusiva y bajo patrocinio árabe, lejos de cualquier tutela internacional”. Esto subraya la soberanía palestina como un principio no negociable y rechaza cualquier plan post-conflicto impuesto desde el exterior que no cuente con un consenso nacional amplio.
La Resistencia como Derecho Legítimo
Finalmente, la declaración reitera la exigencia a la comunidad internacional para que cumpla con sus obligaciones —el establecimiento de un Estado palestino soberano, el derecho al retorno y la autodeterminación— y, crucialmente, que “garantice el derecho de nuestro pueblo a la resistencia y a enfrentar los planes de la ocupación por todos los medios legítimos”.
Esta es la reafirmación de un principio que la resistencia palestina considera fundamental. Mientras se aboga por la vía política a través del acuerdo, el FPLP mantiene la resistencia como un derecho legítimo ante la ocupación. Concluyen con un llamado a continuar con el movimiento de presión global sobre ambas partes —estadounidense e israelí— y a mantener el boicot, el aislamiento y la deslegitimación de Israel en todos los niveles.
En síntesis, la declaración del FPLP es una hoja de ruta política multifacética: apoya el paso táctico de Hamás, interroga la parcialidad de Estados Unidos, exige el cese total de la agresión y la retirada israelí, y, lo más importante, pone el foco en la urgencia de reconstruir una posición palestina unificada como única garantía para el logro de sus derechos nacionales. Es un documento que equilibra la apertura al diálogo con la firmeza en los principios de la liberación.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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