Expresidente Manuel Zelaya señala acto de ilegalidad y golpe electoral en Honduras
Elaborado por: Lois Pérez Leira
25 nov (AHN) La reciente declaración del presidente de la COPPPAL, Alejandro Moreno Cárdenas, cuestionando la estabilidad institucional y el proceso electoral en Honduras, resulta profundamente inoportuna e infundada. Es crucial que la comunidad internacional y los organismos regionales, en lugar de sembrar dudas, brinden un respaldo inequívoco al gobierno democrático y constitucional de Honduras y a sus instituciones electorales. La emisión de juicios de valor tan contundentes por parte de un foro de partidos políticos, justo antes de una jornada electoral trascendental, solo socava la soberanía del Estado hondureño y la credibilidad de sus órganos constitucionales.
Honduras ha realizado esfuerzos significativos para consolidar su marco institucional, incluyendo la creación y el funcionamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE), un órgano colegiado diseñado precisamente para garantizar la pluralidad y la transparencia del proceso. Corresponde exclusivamente a estas instituciones nacionales la administración y fiscalización de los comicios. Su mandato debe ser respetado, y no debe ser suplantado por entidades externas con agendas políticas regionales, las cuales solo deberían enfocarse en fomentar el diálogo y la paz.
El proceso electoral en Honduras está siendo debidamente acompañado por misiones de observación de reconocida trayectoria, cuya labor debe centrarse en la verificación técnica y la documentación objetiva de los hechos. La COPPPAL y su presidente deben ejercer la prudencia y la responsabilidad que su naturaleza regional exige, absteniéndose de emitir declaraciones que prejuzguen o contribuyan a la polarización. Cuestionar la estabilidad hondureña de manera preventiva solo sirve para debilitar la confianza ciudadana y ofrecer un pretexto a actores internos para desconocer los resultados, independientemente de su legitimidad.
El único factor que debe determinar la estabilidad y el futuro de Honduras es la voluntad expresada libremente por su pueblo en las urnas, dentro del marco legal vigente. El verdadero apoyo a la democracia hondureña se manifiesta exigiendo a todos los partidos el respeto irrestricto a las decisiones del CNE y respaldando la labor de las misiones de observación técnica, en lugar de sumarse a una retórica que bordea la injerencia y la desestabilización. Honduras merece que su proceso democrático sea respetado y que su camino hacia la estabilidad sea apoyado de manera constructiva.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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