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Elaborado por: Jorge Luis Oviedo
Tegucigalpa, 9 dic (AHN) El texto “Corolario Trump a la Doctrina Monroe” es la piedra angular retórica de una estrategia que busca revertir el estancamiento hegemónico asegurando primero el hemisferio occidental de manera incontestable, para luego, desde esa posición de fuerza, proyectar poder junto a aliados reforzados y reimponer un orden global jerárquico liderado por EE.UU., desafiando abiertamente a las potencias revisionistas y a cualquier forma de disidencia. Es un giro radical hacia una política exterior de contención agresiva y restauración del primado absoluto, con claros ecos del siglo XIX y de la Guerra Fría, pero en un contexto global mucho más complejo y descentralizado.
1. Contexto Geopolítico Subyacente
Estancamiento y Declive Relativo: Desde la crisis financiera de 2008, el poder relativo de EE.UU. ha enfrentado desafíos: el ascenso de China (económico, tecnológico y militar), la gran adaptabilidad de Rusia, la fragmentación del consenso occidental, y el surgimiento de un “mundo multipolar” o “disidente” que cuestiona el orden liberal internacional liderado por EE.UU.
Desafío al Orden Basado en Reglas: Este orden, instituido tras la Segunda Guerra Mundial y reforzado tras la Guerra Fría, es visto por potencias revisionistas (China, Rusia) y algunos estados del Sur Global como un instrumento de dominio occidental. El mensaje de Trump, por su parte, refleja una respuesta no para reformar ese orden, sino para reafirmar el dominio unilateral en la esfera de influencia primaria: América, es decir, todo el Continente.
2. Análisis del Mensaje: “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe
Una Reinterpretación Agresiva de la Doctrina Monroe: El texto va más allá del principio original de 1823 (excluir a potencias extracontinentales). Se actualiza con un “Corolario Trump”, evocando el Corolario Roosevelt de 1904 (que otorgaba a EE.UU. el derecho de intervenir como policía hemisférico). Aquí, se enfatiza el control exclusivo estadounidense (“el pueblo estadounidense—no las naciones extranjeras ni las instituciones globalistas”).
Narrativa de “Paz por la Fuerza” y “América Primero”: Se vincula la seguridad nacional con el dominio hemisférico absoluto. Las acciones mencionadas (control del Canal de Panamá, dominio marítimo, combate al narcotráfico y migración, acuerdos comerciales bilaterales) se presentan como una restauración del poder duro (militar, económico coercitivo) en toda la región.
Enemigos Claros: Se identifica implícitamente a actores extracontinentales (potencias “globalistas” o rivales como China y Rusia, cuya influencia en América Latina ha crecido) y amenazas transnacionales (narcotráfico, migración ilegal) como los motivos principales de la política. El comunismo y el fascismo se citan como amenazas pasadas, pero el lenguaje sugiere que las nuevas ideologías o modelos rivales ¿autoritarismo, socialismo del siglo XXI? son el objetivo actual. ¿Aunque muchos sabemos cuál es el propósito esencial? Recuperar el control territorial de los territorios del Continente con los recursos naturales y su “capital humano”.
3. Estrategia Implícita de Dos Fases
Fase 1: Reafirmación Hemisférica por la Fuerza:
El mensaje indica que EE.UU. está priorizando la consolidación de su “patio trasero”, usando herramientas militares, económicas y de seguridad para eliminar influencias rivales y deslealtades (léase rebeldía). Esto incluye:
Control Logístico y Marítimo: Dominio del Canal de Panamá y rutas clave, vital para el comercio y la proyección de poder.
Seguridad Fronteriza y Antidrogas: Justificando intervenciones potenciales en nombre de la seguridad nacional.
Acuerdos Comerciales Bilaterales: Reemplazando esquemas multilaterales por acuerdos “América Primero” que aumentan la dependencia económica regional de EE.UU., en función de cada país.
Fase 2: Relanzamiento Global con una UE “Militarmente Reforzada”:
Aquí radica la proyección a largo plazo. El texto no lo dice explícitamente, pero sugiere que, tras asegurar el hemisferio (la historia así lo demuestra desde 1876 a 2025), EE.UU. buscaría:
Una Alianza Occidental Reforzada: Potencialmente con una Unión Europea que, ante las amenazas de Rusia y la retirada relativa de EE.UU., se vea obligada a rearmarse masivamente en la próxima década.
Conquista del Mundo Disidente: No necesariamente conquista territorial, sino una reimposición coercitiva del orden liderado por EE.UU. sobre potencias revisionistas (China, Rusia) y estados desafiantes (Irán, Corea del Norte, y otros que rechacen el alineamiento), usando una combinación de presión económica, tecnológica y, si es necesario, fuerza militar, ahora con el respaldo de una OTAN ampliada o una alianza transatlántica más militarizada.
4. Riesgos y Desafíos
Resistencia en América Latina: La región tiene una larga historia de rechazo al intervencionismo estadounidense. Países como México, Brasil, o aquellos en la órbita china (ej. Venezuela, Nicaragua) podrían oponer una resistencia política y diplomática significativa, buscando aliados extracontinentales. ¿Será suficiente?
Respuesta de Potencias Rivales: China y Rusia probablemente aumentarán su apoyo a estados antiestadounidenses en la región (ej. mediante inversiones, venta de armas, alianzas políticas), haciendo más costosa y compleja la reafirmación hemisférica. Hasta ahora, Rusia ha sido más concreto en el apoyo militar y China, por el momento, solamente ha hecho advertencias retóricas; aunque ambos tienen inversiones considerables en Venezuela y otros países de la Región.
Una invasión de EE. UU. a todas las islas del Caribe primero, desde su territorio, Dominicana y Honduras; y, muy probablemente, la Zona del Canal de Panamá, bien podría materializarse en 2026.
Por otra parte, Trump, para el caso, ordenó al Partido Nacional de Honduras, tradicionalmente servil (desde antes de su creación formal) a los intereses estadounidenses; y, además, les cumplió a los “nacionalistas hondureños” y al crimen organizado regional controlado por las agencias de su país, al indultar a Juan Orlando Henández.
Fragilidad de la Alianza Transatlántica: La UE puede no estar dispuesta a seguir una agenda tan confrontacional y unilateral. Diferencias internas y el deseo de autonomía estratégica (especialmente de potencias como Francia) podrían dificultar el “relanzamiento conjunto” visionado. Sin embargo, hemos visto cómo se han comportado en el caso de Ucrania.
Costos de la Hegemonía por la Fuerza: Esta estrategia requiere enormes recursos militares y económicos, y podría desgastar a EE.UU. en conflictos prolongados, además de generar inestabilidad global.
Precedentes recientes en Latinoamérica: Antes de este mensaje del 2 de diciembre de 2025, hemos sido testigos de la injerencia de Trump en tres de las Elecciones de Latinoamérica: La Segunda Vuelta en Ecuador (el 13 de abril), las de Medio Término en Argentina (26 de octubre) y las recién ocurridas en Honduras (30 de noviembre), donde su injerencismo fue mucho mayor; y en la que, los autores formales del fraude (haciendo lo que tenían qué hacer) no tuvieron tiempo suficiente, de afinar y sincronizar su maquinaria, para que todo saliera muy fino. Por el contrario, ha resultado mucho más incoherente que el “transparente fraude” de 2017; en el que, incluso, se imprimieron papeletas de votación para más de 5 mil urnas y las respectivas actas numeradas (todo durante el ESTADO DE SITIO y 38 muertos, la mayoría asesinados) que luego fueron mostradas por televisión (sin los dobleces respectivos, los votos, eso sí; pero no importaba, porque la orden estaba dada; excepto curiosamente por la OEA que llamó a repetir las Elecciones).
Chile, para algunos no necesitará, una injerencia tan explícita para su Segunda Vuelta el 14 de este mes de diciembre; pero ya se prevé el resultado; y el aseguramiento de condiciones básicas para que avance el “Corolario Trump…”
5. Conclusión: Un Mensaje de Revanchismo Hegemónico
El mensaje, enmarcado en el aniversario de la Doctrina Monroe, es una declaración de revanchismo hegemónico. Reconoce tácitamente que el poder unilateral de EE.UU. se ha erosionado, pero propone una respuesta basada en la reafirmación coercitiva de su esfera de influencia inmediata, como trampolín para una contraofensiva global. Es una visión realista ofensiva y unilateralista, que privilegia el poder duro sobre la diplomacia multilateral y busca revertir la tendencia hacia la multipolaridad mediante la fuerza y la división del mundo en esferas de influencia claramente delimitadas, empezando por América.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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