Expresidente hondureño convoca a movilización para exigir recuento total de actas presidenciales
Elaborado por: Lois Pérez leira
Tegucigalpa, 15 dic (AHN) El reciente triunfo de José Antonio Kast en las elecciones presidenciales chilenas no es simplemente un cambio de administración, sino un duro golpe que resuena profundamente en el seno de la izquierda.
Este resultado ha puesto en evidencia una crisis estratégica y de identidad en la coalición gobernante y en el Partido Comunista, que no supo capitalizar la primera mayoría obtenida en la primera vuelta.
La derrota de la candidata oficialista, la comunista Jeannette Jara, a menudo descrita como una socialdemócrata en su discurso de campaña, es interpretada por muchos como el fracaso de una estrategia que intentó moderar el mensaje en exceso, perdiendo así la conexión con su base más ideológica sin lograr conquistar el centro que buscaba.
En este contexto, mi dura crítica al gobierno de Gabriel Boric y a la conducción comunista se centra en el abandono de los principios históricos que cimentaron el pensamiento de figuras emblemáticas como Luis Emilio Recabarren y Salvador Allende.
La distancia y el enfrentamiento discursivo con gobiernos de izquierda no hegemónica, como el de Venezuela, se plantea como un error estratégico fatal; una suerte de autoinmolación política resumida en la creencia de que “quien se mete con Venezuela se seca “, al debilitar el flanco regional sin obtener réditos internos significativos.
Los errores de gestión en áreas críticas como la seguridad pública, la economía y la migración, han sido la munición perfecta para que la ultraderecha capitalizara el malestar ciudadano, demostrando que el oportunismo político, al priorizar la coyuntura sobre la coherencia histórica, termina, como vaticina su reflexión, en un sonoro fracaso que la historia se encargará de condenar.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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