Consejero hondureño denuncia agudización de violencia por negativa del bipartidismo a revisar urnas
Elaborado por: Héctor Maradiaga, especialista en comunicación política
27 nov (AHN) A pocos días del proceso electoral, Honduras enfrenta un desafío que ya nopuede ignorarse: derrotar el plan de fraude impulsado desde el bipartidismo y revelado a través de cada audio filtrado en días recientes por el Ministerio Público y medios de comunicación.
Este plan detallado minuciosamente en los audios, han encendido alertas legítimas sobre intentos reales de interferir en el funcionamiento del sistema de transmisión de resultados (TREP).
Lo revelado en estos materiales no es trivial. Apuntan a una intencionalidad clara y directa de alterar el TREP, un elemento esencial para garantizar transparencia la noche electoral. En los audios se describen rutas de acción, roles específicos y alianzas con actores clave para validar el plan. Estos detalles deben preocupar a la sociedad en general y alertarla sobre una operación que busca a toda costa distorsionar la voluntad ciudadana expresada en las urnas.
Este tipo de maniobras dañan la confianza y siembran miedo. Honduras ya conoce las consecuencias de procesos manchados por la sombra de la manipulación y los vacíos de transparencia, ejemplos recientes son las elecciones de 2013 y 2017, donde bajo estos mismos métodos, el Partido Nacional con el aval y apoyo manifiesto del Partido Liberal, cometió un fraudeelectoral para mantenerse en el poder.
Es justo esa memoria reciente la que explica por qué estos audios han generado inquietud: nadie desea revivir episodios que pusieron en riesgo la estabilidad democrática y el futuro del país.
Sin embargo, también es cierto que el remedio a este tipo de amenazas no reside en el miedo, sino en la participación y la vigilancia y compromiso del pueblo hondureño. Frente a cualquier intento de interferencia, la herramienta más poderosa sigue siendo la acción colectiva y organizada de quienes se niegan a tolerar que un pequeño grupo que persigue intereses particulares, busque debilitar la democracia.
De allí surge la necesidad urgente de que el pueblo hondureño cuide cada paso del proceso electoral: cada voto emitido, cada acta levantada, cada traslado de información y cada fase del escrutinio. Un pueblo informado y atento a defender los intereses de las grandes mayorías, es el mejor contrapeso frente a quienes pretendan torcer la voluntad popular.
El pueblo hondureño tiene hoy la oportunidad de demostrar que su democraciano depende de acuerdos ocultos ni de maniobras de escritorio, sino del compromiso del pueblo actuando en unidad y colectividad. Defender el voto no es solo un acto político: es un acto de dignidad, una declaración de que la soberanía popular no es negociable. Por eso, el mensaje central es uno solo: la voluntad del pueblo hondureño es sagrada y debe respetarse por encima de cualquier intento de manipulación.
Si el pueblo cuida sus actas, protege sus centros de votación y exige transparencia en cada etapa, Honduras enviará el fraude que pretenden montar las mafias del poder económico que durante años han sometido al país en la pobreza, la corrupción y la impunidad.
Así que: ningún plan oculto, por sofisticado que parezca, puede imponerse sobre una población decidida a ejercer y defender sus derechos. La democracia se fortalece cuando la gente participa; se desmorona cuando la gente se resigna.
Este 30 de noviembre, la responsabilidad es compartida, pero el poder es uno solo: el del voto del pueblo. Y cuando un pueblo asume ese poder con firmeza, no hay maniobra que pueda contra él.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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