Coordinador del Partido Libre anuncia movilizaciones por democracia hondureña
Elaborado por Brayan Pérez
Tegucigalpa, 25 jun (AHN) La tradición intervencionista de Estados Unidos se extiende por todo el mundo, y Honduras no ha sido la excepción, en ese sentido el país centroamericano acumula un largo historial de invasiones militares, sin contar las múltiples formas de intervención económica, financiera, ideológica y cultural que también ha sufrido.
El papel de Estados Unidos en los procesos internos de Honduras ha sido constantemente objeto de críticas y controversias, especialmente por parte de sectores que denuncian su injerencia e intervención en asuntos soberanos del país, y la llegada de la encargada de negocios Colleen Anne Hoey, al país centroamericano en un contexto electoral pone en alerta a la sociedad hondureña.
De acuerdo con analistas, desde el periodo de las transnacionales bananeras donde, pasando por los golpes de Estado protagonizado por los militares en los 70, la historia de nuestro país ha estado matizada por responder a los intereses económicos de EE. UU.
A lo largo de la historia reciente, diversos analistas y movimientos sociales han señalado que EE. UU. ha ejercido influencia en las elecciones hondureñas mediante diversos mecanismos, ya sea a través de apoyo político, financiamiento de organismos no gubernamentales, presión diplomática o incluso mediante la promoción de ciertos candidatos afines a sus intereses geopolíticos y económicos.
Los expertos señalan que no es algo que puede pasar desapercibido, pero, tradicionalmente este país centroamericano ha sido un aliado clave de EE. UU. en Centroamérica, especialmente durante la Guerra Fría, cuando el país sirvió como base para operaciones contrainsurgentes en la región.
Cabe mencionar que la década de los ochenta en Honduras fue el periodo de los desaparecidos, torturados y asesinatos por parte del grupo paramilitar 3-16.
En las últimas décadas, la injerencia de Estados Unidos en Honduras se ha hecho especialmente evidente, destacando su papel durante el golpe de Estado de 2009.
Aunque en un principio condenó el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, Washington adoptó luego una postura ambigua al legitimar al gobierno de facto de Roberto Micheletti y respaldar elecciones ampliamente cuestionadas, consideradas ilegítimas por amplios sectores de la izquierda.
Asimismo, en las elecciones de 2017, que dieron un segundo mandato ilegal a Juan Orlando Hernández, se denunciaron fraudes masivos y una fuerte represión estatal.
A pesar de las evidencias y los señalamientos de organizaciones hondureñas e internacionales, Estados Unidos mantuvo su apoyo a Hernández, priorizando su afinidad con las políticas de seguridad y control migratorio, según destacan diversos analistas.
Llegada de la “diplomática” Colleen Anne Hoey
Tras la salida de la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu —representante de la administración Biden—, quedó como representante interino el diplomático, Roy Perrin, y recientemente se envió la encargada de Negocios, Colleen Anne Hoey, que representará los intereses de la administración del republicano, Donald Trump.
Según informó la embajada, el retorno de Hoey busca “garantizar” la continuidad de la agenda bilateral y reforzar el compromiso de Estados Unidos con una cooperación centrada en la seguridad y el desarrollo compartido entre ambos países.
Anteriormente, Hoey llegó al país en 2019 durante la primera administración de Trump, manteniendo una estrecha cercanía con el exgobernante Juan Orlando Hernández —JOH— hoy acusado en Estados Unidos por delitos de narcotráfico, incluso cuando su hermano, Juan Antonio Hernández —Tony Hernández— fue sentenciado a cadena perpetua por delitos relacionados con narcóticos en una Corte del Distrito Sur de Nueva York.
En ese momento, Hoey sustituyó a Lawrenece J. Gumbiner, misma que sucedió a su antecesora Heide Fulton, que en 2017 avaló el FRAUDE ELECTORAL, que dio una victoria ilegal a JOH, pese a las denuncias de severas irregularidades de observadores y organismos nacionales e internacionales.
Además, Hoey fue subdirectora del Grupo de Trabajo Interinstitucional del Departamento de Estado encargado de desplegar fuerzas de seguridad kenianas en Haití en apoyo a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, de enero a junio de 2024.
Opiniones de expertos
Según analistas nacionales, la reciente designación de Colleen Hoey como nueva encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, junto con la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en vísperas de las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025, evidencian un claro interés estratégico de Washington en el proceso electoral hondureño.
De acuerdo con estos expertos, se debe tener claro que su tarea es evitar que el oficialista Partido Libertad y Refundación —Libre— gane las elecciones. En esa dirección, debe promover acercamientos entre los grupos de derecha a fin de organizar la estrategia del Plan Venezuela para Honduras que consiste en evitar las elecciones, estabilizar el país para ello, utilizar a los medios de comunicación para denigrar a Libre y de esta manera preparar las condiciones para desconocer su triunfo.
Las actividades “diplomáticas” de la nueva encargada de negocios deben analizarse en un contexto donde, Honduras sigue siendo un aliado clave para Estados Unidos, en materia de seguridad y migración, y en el sentido que el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro ha mantenido una relación compleja con Washington, con tensiones en temas como la lucha antidrogas, la corrupción y los acuerdos con China.
Las elecciones de 2025 podrían redefinir el equilibrio de poder en Centroamérica, en un contexto regional marcado por el acercamiento de varios gobiernos a Rusia y China.
En este escenario, analistas destacan que la visita de la secretaria Noem —centrada en temas de seguridad y narcotráfico— responde a la intención de Washington de reforzar su influencia y asegurar que el próximo gobierno hondureño mantenga la cooperación en la lucha contra el crimen organizado, un tema prioritario para Estados Unidos, aunque con distintos matices.
Además, uno de los principales objetivos de esta estrategia es frenar la creciente influencia de China y Rusia en la región. En esa línea, señalan que la nueva encargada de Negocios, Colleen Hoey, tendrá como misión clave evitar que Honduras profundice sus vínculos con Beijing o Moscú, especialmente en áreas sensibles como inversión en infraestructura, telecomunicaciones y tecnología.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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