Expresidente hondureño aclara tergiversación de su mensaje sobre temor a Dios

Tegucigalpa, 3 may (AHN) El coordinador del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) y expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, respondió hoy a las críticas de sectores opositores tras sus declaraciones sobre el temor a Dios durante la movilización del Día Internacional del Trabajador.

Zelaya afirmó que sus palabras han sido “tergiversadas maliciosamente” por “la oligarquía más ciega y recalcitrante” y “voceros de la derecha”, quienes buscan desvirtuar su mensaje con fines políticos.

Durante el acto, el exmandatario expresó: “Nosotros no tenemos miedo, ni a Dios le tenemos miedo porque nos comportamos bien, porque el que le tiene miedo a Dios es aquel que se comporta mal, nosotros estamos afines con la fe y con el creador del universo, entonces no tenemos por qué tener temor”, subrayando que su postura está alineada con la fe y los principios cristianos.

Palabras de Zelaya durante movilización del Día del Trabajador, donde acompañó a la clase obrera de Honduras.

A través de una serie de mensajes publicados en su cuenta de la red social X, Zelaya reafirmó su convicción espiritual, recordando que estudió en un colegio cristiano católico, lo que le da propiedad y conocimiento para hablar de religión.

Explicó que el verdadero temor a Dios nace del reconocimiento de su omnipresencia y omnisciencia, citando: “No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien, todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quienes tenemos que dar cuenta”.

Profundizó en que “el principio de la sabiduría no es un miedo irracional ni un temor al castigo, sino una reverencia profunda a lo sagrado, respeto ante la grandeza divina y conciencia de su justicia perfecta”.

Enfatizó que quien actúa con rectitud no debe temer a Dios, sino honrarlo, pero debe tener siempre presente que nadie escapa a su mirada ni a su justicia.

Para concluir, reafirmó con firmeza y humildad su postura espiritual: “No temo a Dios porque vivo con rectitud, con fe, y he dedicado mi vida a hacer el bien”.

Sostuvo que el verdadero temor debería recaer en “los fariseos modernos: los hipócritas, los sepulcros blanqueados que se han adueñado de la riqueza de nuestro país”, acusándolos de manipular la verdad mediante discursos tergiversados y de obstaculizar la construcción de una Honduras con justicia, dignidad y amor por su pueblo.

SAV

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