Conteo preliminar en Chile posiciona a Jeannette Jara como ganadora y disputará el balotaje con Kast
Elaborados por: Lois Pérez Leira
16 nov (AHN) Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile, celebradas en noviembre de 2025, han confirmado la consolidación de una profunda polarización en el panorama político del país. Este proceso electoral, que dejó fuera a las fuerzas que históricamente dominaron la transición a la democracia, culminó enviando a la candidata de izquierda Jeannette Jara (26,67%) y al republicano de ultraderecha José Antonio Kast (24,19%) a una segunda vuelta.
La elección subraya el declive definitivo de los partidos de la Concertación y de Chile Vamos, cuyos candidatos quedaron relegados a posiciones secundarias. Jeannette Jara, representante del oficialismo, logró obtener la primera mayoría, capitalizando la adhesión de la izquierda y del sector reformista. Su desafío de cara al balotaje es consolidar esta base y, al mismo tiempo, atraer al electorado de centro, un sector que se ha mostrado particularmente esquivo.
Por su parte, José Antonio Kast reafirmó la fuerza de la derecha más dura. Su sólida votación se explica por el éxito en canalizar el descontento de la derecha tradicional y de sectores conservadores, enfocando su discurso en la seguridad, el orden público y una marcada postura antisistema contra las políticas progresistas. La derecha tradicional rápidamente se cuadró tras su candidatura, con figuras como Evelyn Matthei manifestando un apoyo inmediato.
Un elemento disruptivo en estos comicios fue la inesperada irrupción de Franco Parisi y su Partido de la Gente (PDG), que se ubicó en tercer lugar con un 19,22% de los votos. Parisi, quien centró su campaña en críticas al establishment y promesas económicas, atrajo un significativo voto de castigo y desafección. Este electorado, particularmente fuerte en las regiones del norte, se convierte ahora en el objetivo principal de Jara y Kast, dado que su eventual inclinación podría definir al próximo presidente.
El escenario de la segunda vuelta es, por lo tanto, una clara confrontación entre dos bloques ideológicos muy definidos. La suma de los votos obtenidos por las distintas opciones de derecha y extrema derecha (Kast, Parisi, Matthei, Kaiser) sugiere un peso electoral mayoritario en ese espectro. Esto obliga a la izquierda a realizar un esfuerzo extraordinario para movilizar a los votantes que no se sienten representados por Kast y persuadir al votante de centro y populista de Parisi.
El resultado final dependerá de la capacidad de ambos candidatos para moderar sus mensajes sin perder la fidelidad de sus bases. Chile ha entrado en una fase donde las mayorías moderadas parecen haber sido reemplazadas por una adhesión a posturas más firmes, haciendo que la contienda por el centro político sea más crítica que nunca.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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