Honduras anuncia rebaja en el precio de los combustibles después de Semana Santa
Daniel Alberto Madriz.
Caracas, 30 mar (AHN) Máiri Anna MacLeod Trump, madre de Donald Trump, nació el 10 de mayo de 1912, en Tong, Isla de Lewis, Escocia, Reino Unido, paradójicamente es migrante venida de Escocia, realidad contundente que contradice la retórica anti migratoria del mandatario estadounidense y deja ver claramente que Trump, sufre de trastornos psicológicos y personalidad mesiánica, mostrando sin ambaje, su verdadera fobia racista y discriminatoria, hacia ciertos tipos de comunidades humanas.
Al iniciar su segundo mandato, lo hace mintiendo a granel y agrediendo a todos sus vecinos con su carácter prepotente, y empleando la arrogancia propia del imperio decadente de los EE.UU. De forma insolente pretende apropiarse del Canal de Panamá; intimidar, e imponer que el Golfo de México es ahora estadounidense. Vocifera que tomaría a la fuerza Groenlandia; aumentó los aranceles a todos los países con que comercia; dijo que iba a construir el muro el fronterizo con México de miles de kilómetros con su empresa inmobiliaria de construcción; y que deportaría a los más de 300 mil migrantes de todos los países que trabajan o residen en Norteamérica; añadiendo que Canadá debería ser una estrella más de los EE.UU.

Y por si fuera poco, Trump aseguró este 21 de marzo que los migrantes venezolanos deportados a El Salvador, pasaron por un proceso riguroso para verificar su vínculo con la banda el Tren de Aragua. En contraste, el Ministro del Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró que ninguno de los deportados hace parte del grupo criminal virtualmente transnacional. Al tanto, crece la disputa judicial dentro de los EE.UU., por la falta de claridad en las deportaciones masivas desde Norteamérica.
El 16 de marzo de 2025 la oficina de prensa de la República del Salvador, difundió declaraciones de su presidente, Nayib Bukele, después que habló su homólogo estadounidense Donald Trump, diciendo que las personas que habían sido deportadas, y posteriormente encarceladas en el país centroamericano, pasaron por un proceso de verificación riguroso, para constatar, si eran parte de la banda de crimen transnacional, el Tren de Aragua, y es ahí donde quedan explícitas las mentiras de estos dos presidentes, ahora aliados en el crimen de secuestros y tráfico de seres humanos.
En contraposición a estas insostenibles declaraciones, los allegados y abogados de algunos de los más de 200 deportados, aseguran que los migrantes venezolanos secuestrados y llevados al Salvador, no son parte de esa organización criminal, no tenían antecedentes penales y que fueron detenidos por sus tatuajes. Y continuando con las mentiras, Trump expresó algo así como que no quería cometer ese tipo de error, sin embargo, el Ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró que ninguno de los deportados a El Salvador, tenía relación con el Tren de Aragua y que ni uno solo, de los nombres de la lista, aparece en el organigrama de la extinta organización criminal.
El pasado sábado 15 de marzo, Trump invocó la ley de Enemigos Extranjeros, un recurso que no se usaba desde la Segunda Guerra Mundial para deportar a personas que, según su Gobierno, pertenecían a la banda de crimen organizado mencionada anteriormente, tras declarar al grupo como una organización terrorista y enemigo extranjero. Para muchos jóvenes y adultos sin memoria histórica, pareciera que las declaraciones de los voceros estadounidenses contienen absoluta veracidad, siendo sus declaraciones en realidad evidentes mentiras y manipulaciones.
No obstante, está demostrado desde hace siglos que los imperios mienten con regularidad y es una rutina mentir cada vez que desean obtener un objetivo o territorio, utilizando la rapiña a través de invasiones usando la rapiña y la violencia militar, derrocando gobiernos. Prácticamente toda Nuestra América, durante siglos ha sido objeto de invasiones de los marines de los Estados Unidos de Norteamérica, siendo derrotados los invasores en la Nicaragua de Sandino y en Playa Girón en Cuba, pero países como Guatemala, República Dominicana, Grenada, Panamá y Haití, entre otros países, han sufrido las invasiones más sangrientas ejecutadas, por los diversos gobiernos estadounidenses.

Durante décadas se ha publicado por diversos medios de comunicación, la tristemente frase maniquea del extinto Ministro de Propaganda de Adolfo Hitler, el fascista Paul Joseph Goebbels, cuando acuñó la expresión : “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, durante la II Guerra Mundial. La historia ha demostrado que se puede engañar a un pueblo o a un país, durante un tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo, ni eternamente, porque la verdad siempre prevalecerá.
La mentira es coja y tiene patas cortas, como dice coloquialmente el pueblo, y de hecho siempre, tarde o temprano la mentira es descubierta. Los imperios y naciones agresivas, siempre han mentido para justificar sus acciones de conquistas y destrucción contra los países o territorios que quieren ocupar e invadir.
Esa es su naturaleza y durante siglos han utilizado la mentira o medias verdades para lograr sus objetivos aviesos. En los tiempos de la conquista Ibérica, los colonialistas inventaron la leyenda negra que nuestros indígenas y pueblos ancestrales, comían carne humana, no tenían cabeza o estaban ubicadas en el pecho, y por supuesto, hasta el Papa en la época de la colonización ibérica, autorizó que se podía esclavizar a los pueblos originarios y africanos porque no tenían almas
Durante el auge del nazismo en Alemania, la dirección del Tercer Reich, mandó a incendiar el palacio donde se reunía el Parlamento Alemán. El 27 de febrero de 1933 estalló en llamas el Reichstag, parlamento alemán, en Berlín.
El incendio fue planificado por la alta jerarquía nazi y lo utilizaron como una supuesta provocación temeraria del movimiento obrero que luchaba por sus derechos laborales. El fascismo utilizó esta farsa como señal para emprender la más agresiva y sanguinaria represión contra el movimiento obrero, popular y comunista de Europa.
El 9 de marzo fueron detenidos los dirigentes comunistas búlgaros, Jorge Dimitrov, Vasil Tanev y Blagoi Popov. Se les acusó, sin pruebas de haber participado en el incendio del Reichstag, le asignaron un abogado nazi para defensa, Dimitrov se negó a ser asistido por un farsante, asumiendo su propia defensa, y fue tan brillante en su argumento que de acusado, pasó a ser el acusador del régimen nazi, demoliendo las mentiras y los débiles argumentos fascistas, al punto, que terminó sentando en el sillón de los acusados, al régimen fascista.
El juicio del incendio del Reichstag o Parlamento Alemán, contra Jorge Dimitrov, pasó a la historia como el proceso de Leipzig, recogiendo el nombre de la ciudad en la que se desarrolló la falsa acusación contra Dimitrov y sus camaradas de lucha. Jorge Dimitrov el 16 de diciembre de 1933 pronunció su brillante alegato, derrotando a los fascistas en su propio territorio y el 23 de diciembre de 1933, al terminar el juicio, Jorge Dimitrov fue dejado en libertad, y el 27 de febrero de 1934 Tanev y Popov recuperan su libertad.
Como vemos desde hace décadas, las mentiras son usadas por los estados y gobiernos de derecha para arremeter contra los pueblos, anexarse territorios o para frenar las luchas de los obreros y campesinos. Los EE.UU han sido campeones de las mentiras y las falsedades de la historia, uno de los episodios más relevantes de un hecho semejante de falsa bandera, ocurrió en la noche del 15 de febrero de 1898 cuando una violenta explosión destruyó el acorazado norteamericano USS Maine, que se encontraba fondeado en la bahía de La Habana, Cuba. El balance del siniestro fue de 264 marineros y 2 oficiales muertos y 59 heridos.

Eso sirvió de excusa para que EE.UU. acusara a España del siniestro y permitió que el ejército norteamericano invadiera Cuba, todavía colonia de España, entrando en guerra contra las tropas españolas y así evitaron que el ejército independentista cubano, dirigido por Máximo Gómez, Antonio Maceo, Calixto García, Guillermo Moncada, y otros líderes militares de la isla, se hicieran del poder en la Mayor de Las Antillas, en 1895.
Otro episodio similar sucedió el 2 de agosto de 1964, cuando el destructor estadounidense USS Maddox fue atacado supuestamente por tres lanchas torpederas de la Armada de Vietnam. El día 4 de agosto argumentaron los norteamericanos que fueron atacados de nuevo, autoagresión que le sirvió a McNamara y al presidente de EE.UU. Lyndon B. Johnson para fabricar las pruebas falsas del ataque, y así justificar su intervención en Vietnam, cuando ya estaban vencidas las tropas de ocupación francesas.
El Congreso de los Estados Unidos emitió la Resolución del Golfo de Tonkín, que autorizaba al presidente Johnson a usar fuerza militar en el sudeste de Asia. En el siglo XXI, el 20 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush, esbozó los lineamientos de la “guerra contra el terrorismo”.
Un año más tarde, en su estrategia de seguridad nacional, el gobierno estadounidense anunció su disposición de hacer frente a potenciales amenazas de grupos terroristas o de “estados canallas” a través de ataques preventivos. Esta nueva política, que luego sirvió para justificar la posterior guerra contra Irak y otras intervenciones adoptadas por el gobierno de Bush, tras el supuesto ataque del 11 de Septiembre, generaron mucha polémica y desmentidos por los expertos internacionales de diversos países, que la han catalogado como los auto atentados del 11 de Septiembre.
El 5 de febrero de 2003, mientras Estados Unidos se preparaba para invadir Irak, el Secretario de Estado Colin Powell, hizo una presentación fundamental ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, afirmando que Saddam Hussein, estaba desarrollando armas de destrucción masiva (ADM). Powell afirmó en el Consejo de Seguridad de la ONU, que el ántrax, un arma biológica, podría ser lanzado contra los vecinos de Iraq, o contra los Estados Unidos, mediante vehículos aéreos no tripulados, levantando dramáticamente un pequeño frasco de vidrio como prueba y denunciando que Saddam Hussein, estaba engañando a los inspectores de armas de la ONU, pero después de la invasión de los EE.UU. a Irak, se evidenció mundialmente que no era cierto.
La información de la tenencia de armas de destrucción masiva nunca nunca existió, todo fue una farsa más de los EE.UU., quienes siempre han mentido y seguirán mintiendo, mientras el Imperio gringo sea Imperio y constructor de falsos positivos para invadir y destruir.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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