Congreso hondureño recibe anteproyecto de Presupuesto General de 2026
Elaborado por: Leoncio Alvarado Herrera
Tegucigalpa, 11 jul (AHN) Rixi Moncada, candidata presidencial por el Partido Libertad y Refundación (Libre), ha centrado su propuesta de gobierno en el fortalecimiento de la clase trabajadora hondureña. Como parte de su iniciativa, ha llevado a cabo hasta la fecha 11 conversatorios en diferentes departamentos del país. Los sectores prioritarios son los pueblos originarios, estudiantes, agricultores, pequeños empresarios y emprendedores. El objetivo principal ha sido escuchar sus inquietudes, comprender sus necesidades y construir un plan de gobierno que refleje las realidades, desafíos y oportunidades de crecimiento de todos los grupos del país. Esto en el marco de continuar haciendo justicia social.
Uno de los pilares de su propuesta es la democratización de la economía, entendida como el proceso de desmonopolizar el control económico que actualmente está concentrado en manos de apenas diez familias. Estas élites, beneficiadas con privilegios fiscales y legales otorgados por gobiernos anteriores y respaldados por partidos tradicionales, controlan el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, dejando solo el 20% restante para casi 10 millones de hondureños. Esta desigualdad ha generado una competencia desleal que afecta directamente a la clase trabajadora en la que se incluye a las y los pequeños productores. También afecta a la población en general.
Democratizar la economía significaría justicia económica, permitiendo que pequeños empresarios, trabajadores independientes y comunidades marginadas accedan a mejores oportunidades. Un ejemplo claro es el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que agrupa alrededor de 350,000 unidades productivas y emplea a más de 1.2 millones de trabajadores, representando el 58% del empleo asalariado en el sector privado. A pesar de su importancia, estas empresas enfrentan grandes obstáculos debido a la competencia desigual con los grandes monopolios vinculados a transnacionales. Aparte de este grupo, hay miles de trabajadores que no están registrados y realizan actividades de emprendimiento manera independiente, especialmente en las zonas urbanas que también forman parte de la economía del país.
La candidata también ha destacado la necesidad de continuar fortaleciendo la inversión pública en zonas productivas que han estado desatendidas durante décadas. Casos como el Golfo de Fonseca donde trabajan los pescadores y marisqueras, la zona Atlántica donde se promueve el turismo y zonas rurales donde se impulsa la agricultura, las mismas evidencian el enorme potencial económico que se desaprovecha por falta de infraestructura, incentivos, innovación y conectividad comercial. En ese sentido, hace falta una estrategia que fomente el desarrollo de estas regiones con una visión descentralizada y equitativa como lo pretende hacer Rixi Moncada.
Estos conversatorios también se orientan a la diversificación del sector agrícola como una vía para fortalecer la soberanía alimentaria y reducir la dependencia de productos importados. Esto implica apoyar e incentivar a los pequeños y medianos productores, invertir en tecnologías agrícolas, insumos y otros proyectos que permitan crear condiciones de producción y mercado más justas a nivel nacional e internacional.
Un país democrático es aquel que apoya a todos los sectores por igual, sin importar si son públicos o privados. Apostar por lo nacional, y fortalecerlo, genera mayor independencia económica y mejora la competitividad a nivel internacional. La visión del Socialismo Democrático implica una economía al servicio del pueblo, donde el desarrollo esté impulsado por la equidad, la justicia fiscal y la inversión pública para las mayorías.
Este modelo, que comenzó con la gestión de la presidenta Xiomara Castro en 2022, ya ha demostrado resultados concretos: en solo cuatro años, se han invertido alrededor de 304,487 millones de lempiras en proyectos públicos estratégicos. Además, se han recuperado bienes públicos como la energía y la salud, que estaban en riesgo de privatización. La candidata Rixi Moncada propone continuar y profundizar este proceso de transformación con una segunda etapa del Socialismo Democrático, cuyo eje central será la democratización de la economía y el fortalecimiento de la clase trabajadora.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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