Elaborado por: Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora, corresponsal de HispanTV)
Tegucigalpa, 13 jun (AHN) Los recientes ataques del régimen israelí hacia la República Islámica de Irán, contra su instalación nuclear de Natanz, en la provincia de Isfahán, así como a zonas residenciales de su capital, Teherán, y otras provincias como Khorramabad, Hamedan, Kermanshah e Isfahán, donde fueron asesinados altos comandantes de las fuerzas de Irán, científicos iraníes y civiles, con un saldo de más de 80 mártires mientras se escriben estas líneas, no solo demuestran una vez más el carácter terrorista de Israel; sino también su temor al declararle la guerra a un país pacífico y de raigambre espiritual, respaldando la ideología del sionismo imperialista, en su ambición de querer someter al mundo.
Los martirios del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, del comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución de Irán (CGRI), el general de división Hossein Salami, entre otros comandantes, y de los científicos nucleares iraníes; Mohamad Mehdi Tehranchi, Fereydoun Abbasi, Abdulhamid Minouchehr, Ahmadreza Zolfaghari, Seyed Amirhosein Feqhi y Motalebizadeh, son una muestra más de la brutalidad israelí.
Estas matanzas y bombardeos hacia el país persa, se producen en medio del proceso de negociaciones con EEUU respecto a su programa nuclear; un día después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) acusara a Irán de “no cumplir sus obligaciones” y a pocas horas de que el país persa presentara pruebas de que el director de dicho organismo, Rafael Grossi entregaba información secreta a Israel.
El sábado 7 de junio, la televisión estatal iraní reveló una operación sin precedentes contra los servicios secretos del régimen israelí, entre los archivos obtenidos figuran miles de documentos vinculados a los proyectos de la ocupación israelí y sus instalaciones nucleares, al mismo tiempo los documentos confirman que la cooperación de Grossi con funcionarios israelíes comenzó en 2016 e implicó esfuerzos coordinados para moldear las narrativas y los informes sobre Irán.
En ese contexto, los documentos obtenidos por Irán tenían la tarea de moldear la percepción internacional para desviar la atención del programa nuclear israelí, intensificando el escrutinio sobre Irán. Estas actividades, según Teherán, constituyen una violación del principio de neutralidad de AIEA y un intento más amplio de socavar los legítimos derechos nucleares de Irán en virtud del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear.
Estas agresiones se producen en medio de la negativa de Irán, ante las presiones de EEUU, para suprimir su política nuclear pacífica. Recientemente Donald Trump, lanzó una advertencia directa a Irán tras los ataques israelíes a través de su red Truth Social, afirmando que “Irán debe llegar a un acuerdo antes de que no quede nada”, comprobando con ello, su política de amenaza.
Teherán siempre ha sostenido que su programa nuclear es solo para uso civil; ya que cumplió con los términos del JCPOA (Plan Integral de Acción Conjunta), que fue firmado en 2015 por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo a EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China, así como la Unión Europea; sin embargo, fue EEUU quien unilateralmente rompió el acuerdo que era firmante, recordando que bajo el JCPOA, los inspectores de la AIEA tenían acceso sin restricciones a todas las instalaciones nucleares de Irán, existiendo transparencia en el programa nuclear persa.
La República Islámica de Irán no representa una amenaza para ningún país en el mundo, porque no posee armas nucleares y existe un decreto religioso en contra de ellas en la República Islámica. La directora de Inteligencia Nacional de EEUU, Tulsi Gabbard, le dijo al Comité de Inteligencia del Senado en marzo de 2025, que la comunidad de inteligencia “continúa evaluando que Irán no está construyendo un arma nuclear y que el Líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyed Ali Jamenei, no ha autorizado el programa de armas nucleares que suspendió en 2003”.
Sin embargo, Israel es el único país en Oriente Próximo que se ha dotado de un arsenal nuclear, esquivando el control de los inspectores internacionales, de acuerdo a muchas investigaciones entre ellas, el libro “Una Bomba en el sótano” escrito por el investigador israelí Michael Karpin, donde señala que Israel es uno de los países con armas nucleares no reconocidos como uno de los Estados nuclearmente armados por el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Se calcula que Israel posee entre 200 y 400 ojivas nucleares en su arsenal, lo que lo convierte en el único poseedor de armas no convencionales en Asia Occidental, de acuerdo al embajador y representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Amir Said Iravani, él que también manifestó que el régimen israelí se ha negado a permitir inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de la AIEA y a firmar el TNP.
Estos ataques hacia la República Islámica del Irán, se llevan a cabo en medio del genocidio perpetrado por el régimen israelí, en su política de aniquilación, ya que hasta la fecha son más de 55.000 palestinos asesinados en medio de la crisis humanitaria y el bloqueo total desde el 2 de marzo de esta gestión, sin alimentos, agua, electricidad, medicina y hospitales en asedio.
Desde la victoria de la Revolución Islámica de Irán, de 1979, el país persa ha apoyado a los movimientos de liberación palestina, al cortar lazos diplomáticos y económicos con el apartheid de Israel y lo seguirá haciendo; pues la causa de la humanidad es Palestina, razón por la Iranofobia existente, en su estrategia de querer formar “El Gran Israel”.
Esto explica la tolerancia occidental, hacia la impunidad del régimen sionista israelí ante los crímenes de guerra que comete, violando el derecho internacional, el derecho humanitario, y tantas convenciones, ante la Comunidad Internacional y las organizaciones internacionales, comprobando también que los países occidentales se han negado a condenar las acciones ilegales del régimen israelí contra la Republica Islámica.
Pese a los complots de EEUU, Israel y los países europeos para aniquilar a Irán, su lucha y resistencia permanece incólume; ya que, en estos 46 años, el país de los Ayatolás es el muro de la dignidad frente a la barbarie sionista-imperialista, en su política de solidaridad con los países de la Patria Grande y el mundo.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
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