• septiembre 13, 2025

El ataque de Israel en Doha: una demostración de la falta de voluntad para la negociación.

Elaborado por:Lois Pérez Leira

El ataque de Israel en Doha: una demostración de la falta de voluntad para la negociación.

El reciente bombardeo israelí contra la comisión negociadora de Hamás en Doha, capital de Qatar, marca un punto de inflexión en el conflicto de Gaza. Este acto, justificado por Israel como una “operación de precisión quirúrgica” contra responsables de la masacre del 7 de octubre de 2023, no solo viola la soberanía de un país mediador, sino que expone la estrategia deliberada de Israel de sabotear cualquier posibilidad de diálogo. La muerte de seis personas, incluidos civiles y un miembro de la seguridad qatarí, revela una política de fuerza que prioriza la escalada militar sobre la solución diplomática .

Contexto del ataque.

Violación de la soberanía qatarí: Israel utilizó 15 aviones de combate y 10 municiones para atacar un edificio residencial en West Bay Lagoon, una zona diplomática en Doha. Qatar, que ha mediado las negociaciones desde octubre de 2023, condenó el acto como una “violación flagrante del derecho internacional” .

Blanco directo a negociadores: El ataque se dirigió explícitamente contra miembros del buró político de Hamás, incluido Khalil al-Hayya, jefe negociador. Aunque Israel afirmó que buscaba a “responsables de la masacre del 7 de octubre”, la elección de un espacio de diálogo es simbólicamente devastadora .

La respuesta internacional.

Condenas unánimes: El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el bombardeo como una “violación de la soberanía e integridad territorial de Qatar”. Países como Francia, Reino Unido, Arabia Saudita e Irán se sumaron a la condena, advirtiendo sobre el riesgo de una escalada regional .

Posición incómoda de EE.UU.: La administración Trump, aliada de Israel y Qatar, admitió haber sido “notificada” del ataque pero se desligó de la decisión. Trump declaró: “Fue una decisión de Netanyahu, no mía”, mientras su portavoz señaló que el bombardeo “no favorece los objetivos de Israel ni de EE.UU.” .

La estrategia de Israel: ¿negociación o sabotaje?

El ataque ocurrió en un momento crítico: Hamás evaluaba una propuesta estadounidense de alto el fuego, que incluía la liberación de rehenes y la retirada israelí de Gaza . Según analistas, Netanyahu nunca ha querido un acuerdo, ya que su supervivencia política depende de la guerra permanente . Daniel Levy, exnegociador israelí, señala que este acto busca enviar un mensaje a la región: “Nadie puede desafiar a Israel, ni siquiera un mediador clave” . La insistencia en objetivos militares sobre soluciones diplomáticas refleja una calculada estrategia de desgaste.

Consecuencias para el proceso de paz.

Ruptura de la confianza: Qatar, aunque prometió mantener su rol mediador, advirtió que las conversaciones actuales “carecen de validez” tras el ataque . La muerte de un funcionario qatarí y los daños a infraestructura diplomática profundizan la grieta.

· Aislamiento internacional: Israel enfrenta críticas sin precedentes. Hasta aliados como Alemania suspendieron exportaciones de armas, y la UE condenó la violación de la soberanía qatarí . La comunidad internacional ve con alarma la anexión gradual de Gaza, donde más de 64,000 palestinos han muerto .

Reflexión final: La paz como víctima colateral

El bombardeo de Doha no es un error táctico, sino la expresión de una política que rechaza la coexistencia. Al atacar a negociadores en suelo de un mediador, Israel demuestra que su objetivo no es la seguridad, sino la imposición militar. La comunidad debe preguntarse: ¿cómo presionar a un gobierno que sabotea activamente la diplomacia? La respuesta yace en acciones concretas: sanciones, reconocimiento del Estado palestino y apoyo a tribunales internacionales. La paz exige coraje, no más condenas vacías .El ataque de Israel en Doha: una demostración de la falta de voluntad para la negociación.

El reciente bombardeo israelí contra la comisión negociadora de Hamás en Doha, capital de Qatar, marca un punto de inflexión en el conflicto de Gaza. Este acto, justificado por Israel como una “operación de precisión quirúrgica” contra responsables de la masacre del 7 de octubre de 2023, no solo viola la soberanía de un país mediador, sino que expone la estrategia deliberada de Israel de sabotear cualquier posibilidad de diálogo. La muerte de seis personas, incluidos civiles y un miembro de la seguridad qatarí, revela una política de fuerza que prioriza la escalada militar sobre la solución diplomática .

Contexto del ataque

Violación de la soberanía qatarí: Israel utilizó 15 aviones de combate y 10 municiones para atacar un edificio residencial en West Bay Lagoon, una zona diplomática en Doha. Qatar, que ha mediado las negociaciones desde octubre de 2023, condenó el acto como una “violación flagrante del derecho internacional” .

Blanco directo a negociadores: El ataque se dirigió explícitamente contra miembros del buró político de Hamás, incluido Khalil al-Hayya, jefe negociador. Aunque Israel afirmó que buscaba a “responsables de la masacre del 7 de octubre”, la elección de un espacio de diálogo es simbólicamente devastadora .

La respuesta internacional

Condenas unánimes: El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el bombardeo como una “violación de la soberanía e integridad territorial de Qatar”. Países como Francia, Reino Unido, Arabia Saudita e Irán se sumaron a la condena, advirtiendo sobre el riesgo de una escalada regional .

Posición incómoda de EE.UU.: La administración Trump, aliada de Israel y Qatar, admitió haber sido “notificada” del ataque pero se desligó de la decisión. Trump declaró: “Fue una decisión de Netanyahu, no mía”, mientras su portavoz señaló que el bombardeo “no favorece los objetivos de Israel ni de EE.UU.” .

La estrategia de Israel: ¿negociación o sabotaje?

El ataque ocurrió en un momento crítico: Hamás evaluaba una propuesta estadounidense de alto el fuego, que incluía la liberación de rehenes y la retirada israelí de Gaza . Según analistas, Netanyahu nunca ha querido un acuerdo, ya que su supervivencia política depende de la guerra permanente . Daniel Levy, exnegociador israelí, señala que este acto busca enviar un mensaje a la región: “Nadie puede desafiar a Israel, ni siquiera un mediador clave” . La insistencia en objetivos militares sobre soluciones diplomáticas refleja una calculada estrategia de desgaste.

Consecuencias para el proceso de paz.

Ruptura de la confianza: Qatar, aunque prometió mantener su rol mediador, advirtió que las conversaciones actuales “carecen de validez” tras el ataque . La muerte de un funcionario qatarí y los daños a infraestructura diplomática profundizan la grieta.

Aislamiento internacional: Israel enfrenta críticas sin precedentes. Hasta aliados como Alemania suspendieron exportaciones de armas, y la UE condenó la violación de la soberanía qatarí . La comunidad internacional ve con alarma la anexión gradual de Gaza, donde más de 64,000 palestinos han muerto .

Reflexión final: La paz como víctima colateral

El bombardeo de Doha no es un error táctico, sino la expresión de una política que rechaza la coexistencia. Al atacar a negociadores en suelo de un mediador, Israel demuestra que su objetivo no es la seguridad, sino la imposición militar. La comunidad debe preguntarse: ¿cómo presionar a un gobierno que sabotea activamente la diplomacia? La respuesta yace en acciones concretas: sanciones, reconocimiento del Estado palestino y apoyo a tribunales internacionales. La paz exige coraje, no más condenas vacías .El ataque de Israel en Doha: una demostración de la falta de voluntad para la negociación.

El reciente bombardeo israelí contra la comisión negociadora de Hamás en Doha, capital de Qatar, marca un punto de inflexión en el conflicto de Gaza. Este acto, justificado por Israel como una “operación de precisión quirúrgica” contra responsables de la masacre del 7 de octubre de 2023, no solo viola la soberanía de un país mediador, sino que expone la estrategia deliberada de Israel de sabotear cualquier posibilidad de diálogo. La muerte de seis personas, incluidos civiles y un miembro de la seguridad qatarí, revela una política de fuerza que prioriza la escalada militar sobre la solución diplomática .

Contexto del ataque

Violación de la soberanía qatarí: Israel utilizó 15 aviones de combate y 10 municiones para atacar un edificio residencial en West Bay Lagoon, una zona diplomática en Doha. Qatar, que ha mediado las negociaciones desde octubre de 2023, condenó el acto como una “violación flagrante del derecho internacional” .

Blanco directo a negociadores: El ataque se dirigió explícitamente contra miembros del buró político de Hamás, incluido Khalil al-Hayya, jefe negociador. Aunque Israel afirmó que buscaba a “responsables de la masacre del 7 de octubre”, la elección de un espacio de diálogo es simbólicamente devastadora .

La respuesta internacional

Condenas unánimes: El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el bombardeo como una “violación de la soberanía e integridad territorial de Qatar”. Países como Francia, Reino Unido, Arabia Saudita e Irán se sumaron a la condena, advirtiendo sobre el riesgo de una escalada regional .

Posición incómoda de EE.UU.: La administración Trump, aliada de Israel y Qatar, admitió haber sido “notificada” del ataque pero se desligó de la decisión. Trump declaró: “Fue una decisión de Netanyahu, no mía”, mientras su portavoz señaló que el bombardeo “no favorece los objetivos de Israel ni de EE.UU.” .

La estrategia de Israel: ¿negociación o sabotaje?

El ataque ocurrió en un momento crítico: Hamás evaluaba una propuesta estadounidense de alto el fuego, que incluía la liberación de rehenes y la retirada israelí de Gaza . Según analistas, Netanyahu nunca ha querido un acuerdo, ya que su supervivencia política depende de la guerra permanente .

Daniel Levy, exnegociador israelí, señala que este acto busca enviar un mensaje a la región: “Nadie puede desafiar a Israel, ni siquiera un mediador clave” . La insistencia en objetivos militares sobre soluciones diplomáticas refleja una calculada estrategia de desgaste.

Consecuencias para el proceso de paz.

Ruptura de la confianza: Qatar, aunque prometió mantener su rol mediador, advirtió que las conversaciones actuales “carecen de validez” tras el ataque . La muerte de un funcionario qatarí y los daños a infraestructura diplomática profundizan la grieta.

Aislamiento internacional: Israel enfrenta críticas sin precedentes. Hasta aliados como Alemania suspendieron exportaciones de armas, y la UE condenó la violación de la soberanía qatarí . La comunidad internacional ve con alarma la anexión gradual de Gaza, donde más de 64,000 palestinos han muerto .

Reflexión final: La paz como víctima colateral

El bombardeo de Doha no es un error táctico, sino la expresión de una política que rechaza la coexistencia. Al atacar a negociadores en suelo de un mediador, Israel demuestra que su objetivo no es la seguridad, sino la imposición militar. La comunidad debe preguntarse: ¿cómo presionar a un gobierno que sabotea activamente la diplomacia? La respuesta yace en acciones concretas: sanciones, reconocimiento del Estado palestino y apoyo a tribunales internacionales.

La paz exige coraje, no más condenas vacías .El reciente bombardeo israelí contra la comisión negociadora de Hamás en Doha, capital de Qatar, marca un punto de inflexión en el conflicto de Gaza. Este acto, justificado por Israel como una “operación de precisión quirúrgica” contra responsables de la masacre del 7 de octubre de 2023, no solo viola la soberanía de un país mediador, sino que expone la estrategia deliberada de Israel de sabotear cualquier posibilidad de diálogo. La muerte de seis personas, incluidos civiles y un miembro de la seguridad qatarí, revela una política de fuerza que prioriza la escalada militar sobre la solución diplomática .

Contexto del ataque

Violación de la soberanía qatarí: Israel utilizó 15 aviones de combate y 10 municiones para atacar un edificio residencial en West Bay Lagoon, una zona diplomática en Doha. Qatar, que ha mediado las negociaciones desde octubre de 2023, condenó el acto como una “violación flagrante del derecho internacional” .

Blanco directo a negociadores: El ataque se dirigió explícitamente contra miembros del buró político de Hamás, incluido Khalil al-Hayya, jefe negociador. Aunque Israel afirmó que buscaba a “responsables de la masacre del 7 de octubre”, la elección de un espacio de diálogo es simbólicamente devastadora .

La respuesta internacional

Condenas unánimes: El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el bombardeo como una “violación de la soberanía e integridad territorial de Qatar”. Países como Francia, Reino Unido, Arabia Saudita e Irán se sumaron a la condena, advirtiendo sobre el riesgo de una escalada regional .

Posición incómoda de EE.UU.: La administración Trump, aliada de Israel y Qatar, admitió haber sido “notificada” del ataque pero se desligó de la decisión. Trump declaró: “Fue una decisión de Netanyahu, no mía”, mientras su portavoz señaló que el bombardeo “no favorece los objetivos de Israel ni de EE.UU.” .

La estrategia de Israel: ¿negociación o sabotaje?

El ataque ocurrió en un momento crítico: Hamás evaluaba una propuesta estadounidense de alto el fuego, que incluía la liberación de rehenes y la retirada israelí de Gaza . Según analistas, Netanyahu nunca ha querido un acuerdo, ya que su supervivencia política depende de la guerra permanente . Daniel Levy, exnegociador israelí, señala que este acto busca enviar un mensaje a la región: “Nadie puede desafiar a Israel, ni siquiera un mediador clave” . La insistencia en objetivos militares sobre soluciones diplomáticas refleja una calculada estrategia de desgaste.

Consecuencias para el proceso de paz

Ruptura de la confianza: Qatar, aunque prometió mantener su rol mediador, advirtió que las conversaciones actuales “carecen de validez” tras el ataque . La muerte de un funcionario qatarí y los daños a infraestructura diplomática profundizan la grieta.

· Aislamiento internacional: Israel enfrenta críticas sin precedentes. Hasta aliados como Alemania suspendieron exportaciones de armas, y la UE condenó la violación de la soberanía qatarí . La comunidad internacional ve con alarma la anexión gradual de Gaza, donde más de 64,000 palestinos han muerto .

Reflexión final: La paz como víctima colateral

El bombardeo de Doha no es un error táctico, sino la expresión de una política que rechaza la coexistencia. Al atacar a negociadores en suelo de un mediador, Israel demuestra que su objetivo no es la seguridad, sino la imposición militar. La comunidad debe preguntarse: ¿cómo presionar a un gobierno que sabotea activamente la diplomacia? La respuesta yace en acciones concretas: sanciones, reconocimiento del Estado palestino y apoyo a tribunales internacionales. La paz exige coraje, no más condenas vacías .

La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.

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