• septiembre 12, 2025

El guion de la injerencia: de Árbenz a Maduro otro intento de injerencia en América Latina

Elaborado por: Elvin J. Guerra

25 ago (AHN)  El despliegue de fuerza militar de Estados Unidos cerca a las costas de Venezuela nos introduce a un nuevo episodio de la sociedad del espectáculo. Y es que no ha sido un despliegue cualquiera, se han movilizado tres buques de guerra y unos 4,000 militares, además de una recompensa de 50 millones de dólares por el presidente constitucional Nicolas Maduro.

Este espectáculo se fundamenta en las declaraciones de la Fiscal General de Estados Unidos, quien en una entrevista afirmó que lucharán en contra del narcotráfico promovido por el Cartel de Los Soles, sin embargo, en las declaraciones la fiscal Pam Bondi no se presentaron informes o evidencia alguna de la existencia de dicho cartel. Podría parecer un detalle menor, pero en la sociedad del espectáculo lo irreal sustituye la realidad. Es decir, a la Fiscal no le interesaba presentar hechos concretos, le interesaba instalar una narrativa que justificará la intensión de intervenir a Venezuela a través de las armas.

La ficción del Cartel de Los Soles es esa irrealidad de lo que es verdaderamente Estados Unidos. Ya en 1954, el muralista mexicano Diego Rivera realizó el mural Gloriosa Victoria que retrata el golpe de estado que derrocó a Jacobo Árbenz presidente de Guatemala. Durante su renuncia forzada el presidente declaró: “La verdad hay que buscarla en los intereses financieros de la compañía frutera y en los de los otros monopolios norteamericanos que han invertido grandes capitales en América, temiendo que el ejemplo de Guatemala se propague a los hermanos países latinoamericanos”.

En ese momento Jacobo hacía alusión a la United Fruit Company, quien se instaló como un pulpo para saquear las tierras y explotar a los trabajadores de los países Centroamericanos llegando incluso, hasta Colombia. La expansión de la United Fruit Company no se logró sola, fue gracias a la CIA quien financió grupos armados, provocando el asesinato de miles de personas, especialmente originarios de pueblos indígenas. A diferencia de las declaraciones de Pam Bondi que carecen de respaldo, en el caso de Guatemala, fue el mismo presidente Clinton quien pidió perdón por el intervencionismo de Estados Unidos en Guatemala.

En 1999 el mismo Bill Clinton dio a conocer que durante esta intervención, murieron 200,000 personas y que se asesinaba a cualquier persona que se considerara sospechosa de apoyar a la guerrilla, aun sin tener pruebas. Es decir, que la practica yanqui de acusar, intervenir y violentar es una práctica heredada.

La pretensión de las declaraciones de Pam Bondi mediatizadas por los medios de comunicación, nos alejan de conocer las verdades concretas del imperio del norte. En el informe Reporte Mundial sobre Drogas 2025, la ONU y la Unión Europea puntualizan que Venezuela ha logrado consolidarse en los últimos 15 años como territorio libre de cultivos de hoja de coca, de marihuana y procesamiento de cocaína. Y en el reporte World Drug Report señala que Estados Unidos es el país con mayor consumo de drogas y principal país destino de estupefacientes. Solamente en el 2024 se reportaron 48 mil muertes en el país atribuidas por sobredosis.

¿Por qué la fiscal Pam no está preocupada por proponer programas para erradicar el problema de consumo de drogas en su país? ¿Por qué prefiere seguir contando cuentos a la prensa para justificar una intervención que viola la libre determinación del pueblo venezolano? Cuando la verdad de la sociedad norteamericana es alarmante, en el portal American Addiction Center informó que, durante el 2021, 478,000 personas mayores de 12 años consumieron por primera vez drogas sintéticas. Este dato no solo es impactante, es cruel saber que la niñez estadounidense cada vez es más expuesta al consumo de drogas.

Ante este panorama, nos queda hacernos unas preguntas ¿cuáles son las verdaderas intensiones de Estados Unidos? ¿Por qué seguimos creyendo que la intervención yanqui es nuestra salvación? ¿Qué tan enajenados estamos para creer que nosotros mismos no podemos sacar adelante a nuestro país? Pronunciarse a favor de Venezuela no es solo tomar una postura partidaria, es sumarse a la defensa de nuestro territorio, es no querer repetir la historia que ha socavado a nuestros pueblos. Desde América Latina y el Caribe resistimos y rechazamos toda intervención ilegal, que solo abre viejas heridas coloniales y nos trae un imperio de muerte y destrucción, un imperio que no le importa nuestra Casa Común y sus habitantes.

La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.

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