Presidenta Castro acepta renuncia de ministro de Desarrollo Social
Elaborado por: Marvin Joel Ortiz (periodista)
Tegucigalpa, 29 nov (AHN) El neofascismo es un guiño seguro a la retrospectiva ideológica de la extrema derecha, constituye el uso doctrinario central de aquellos que ven a este aparato de ideas retrógradas y asesinas sociales como una cueva de refugio ante los gobiernos progresistas del Mundo y de América.
Ante los constantes surgimientos de nuevas ideas de progreso impulsadas por verdaderos socialistas como Hugo Chávez , los Kirschner, Luiz Inácio Lula da Silva, Manuel Zelaya, y Evo Morales dieron pasos significativos a la equidad social y a la recuperación de la institucionalidad y de los derechos y libertades fundamentales de las sociedades, de los pueblos revolucionarios de América en donde antes deliberadamente los neofascistas de tradición sirvieron para ser la base política del brazo armado “yanqui” y al mismo tiempo fueron la voz de la política desfasada de Washington durante décadas.
Ante el oleaje de gobiernos democráticos y ampliamente respaldados por sus pueblos, surge la práctica indiscriminada del neofascismo integrado por un movimiento de pensadores traidores al desarrollo sostenible de los pueblos.
En Honduras tenemos claros ejemplos de neofascistas que pretenden invadir al pueblo hondureño con ideas de engaño, odio y despojo, para desviar el fin político de progreso sostenible de los buenos gobiernos.
Esas familias de herencia neofascista como son los Carías, los Callejas, los Rosenthal, los Flores, y los Hernández, que en el pasado se valieron del discurso de extrema derecha para engañar al pueblo y hacerle los mandados a la oligarquía económica, resurgen hoy con sus herederos que son fieles voceros del statu quo para imponer una agenda mediática en complicidad de sus locutores de las comunicaciones corporativas.
Para el pueblo hondureño los neofascistas se convirtieron en su principal opositor puesto que estos conspiran en contra de todo aquel que busca por medio de la vía democrática contribuir al bienestar social y político.
Los neofascistas son los enemigos de Morazán y de Cabañas, porque desprecian al pueblo, lo discriminan y se burlan en los escaños del Legislativo, es ahí donde históricamente le han hecho un enorme daño al pueblo.
Es ahora que el pueblo a través de una mujer valiente y poderosa, la Presidenta de la República, Xiomara Castro, levanta su rostro y abandera la antorcha de la libertad del yugo explotador.
Depende del pueblo hondureño seguir el proyecto libertador y abrazar las ideas del progreso y de la libertad para instaurar una República verdaderamente independiente y soberana que desprecie incansablemente el sometimiento del imperio explotador y asesino.
La opinión del autor no necesariamente responde a la línea editorial de la Agencia Hondureña de Noticias.
